(Santa Fe – Enviado especial) El Millonario no pudo vencer al Sabalero, pero la igualdad 0-0, con ambos arqueros como grandes responsables de la ausencia de goles, sirvió para blindar la clasificación a la Copa Libertadores.
Se terminó un torneo extraño para River. Pasó de un semestre flojo en la segunda parte del año 2016 a ser protagonista durante este 2017. Mostró momentos de muy buen fútbol y amenazó con arrebatarle el título a su eterno rival, aunque su verdadero objetivo fue asegurarse un lugar en la próxima edición de la Copa Libertadores. Y si bien la meta quedó virtualmente alcanzada ante Aldosivi, esta noche garantizó su lugar a la máxima cita continental al empatar sin goles en Santa Fe frente a Colón.
La realidad es que la igualdad en cero rozó lo insólito porque ambos arqueros se lucieron para impedir la apertura del marcador. En ese contexto, Augusto Batalla tuvo mayor injerencia que Jorge Broun, debido a que cinco intervenciones suyas le negaron el grito a Nicolás Silva y Christian Bernardi en más de una ocasión a casa uno. River, en cambio, exigió dos veces a través de Lucas Alario y una mediante Marcelo Larrondo, que primero abasteció al Pipa y luego recibió un gran pase de Gonzalo Martínez.
Tras un primer tiempo vertiginoso, con el medio campo como zona de tránsito son peaje, la segunda parte fue más cautelosa. Faltó ingenio, se redujeron espacios y las marcas se fortalecieron bastante. El Millonario buscó torcer el rumbo empleando los cambios. Usó la banda izquierda como sector para lastimar, apelando a Milton Casco, Pity y Ariel Rojas.
El problema es que no hubo desequilibrio individual para encarar y los avances murieron en centros sin demasiado éxito. La media distancia tampoco Por eso el cero fue imposible de romper para River, que al menos consiguió su objetivo de entrar a la próxima Libertadores.
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