River se fue de Mar del Plata con un empate insuficiente en relación a las posibilidades que tuvo tanto para conseguir el triunfo como para sacar una buena ventaja en la serie correspondiente a los octavos de final de la Copa de la Superliga. El 1-1 ante Aldosivi sirve pensando en la revancha, pero resulta exiguo porque el Millonario reunió méritos para llevarse la victoria y conseguir una diferencia casi determinante.

La principal falencia de River estuvo en la definición. Aunque se fue en ventaja al descanso gracias a un cabezazo muy bueno de Enzo Pérez tras un centro preciso de Fabrizio Angileri, no supo aprovechar las chances para estirar la diferencia y causarle desesperación a un Aldosivi que reaccionó en el momento menos esperado con una resolución de Cristian Chávez. El delantero resolvió un envío de Facundo Castillón desde la izquierda para vulnerar a Franco Armani, cuya racha sin recibir goles en El Más Grande llegó a 670 minutos.

Mientras la salida de Lucas Pratto generó sorpresa, pese a que Marcelo Gallardo aclaró que se trató de la decisión de darle mayor frescura al ataque teniendo en cuenta el desgaste realizado, la situación de Rafael Borré resulta preocupante. Más allá de ser importante en función de equipo, el colombiano está peleado con el arco. Su gol ante Argentino de Merlo fue un oasis: no tiene puntería ni acierta en la toma de decisiones.

Tan sólo uno de los 19 remates de River concluyó en gol. Además, hubo oportunidades concretas como la que Julián Álvarez desperdició debajo del arco. La superioridad colectiva e individual no pudo verse reflejada en el marcador. Los cambios tampoco modificaron el panorama al punto tal de que Cristian Ferreira provocó el enojo del Muñeco por haber buscado el arco en la última pelota parada de la noche. Sin embargo, el Millonario empezará la revancha con la clasificación a favor, aunque la idea será triunfar el próximo viernes en Núñez.