El Más Grande ganó, gustó y goleó en el Monumental, donde se impuso 4-1 sobre Banfield para empezar el Campeonato 2016/17 como uno de los líderes. Mostró un funcionamiento de alto vuelo.
La ilusión está en marcha. River va por más. Luego de ganar la Recopa hace tres días, el Millonario de ninguna manera se relajó en su fortuna futbolística. Es que más allá de haber logrado la victoria, exhibió un nivel que rozó la excelencia. Triunfó por demolición, desgastó a un Banfield cuyo técnico, Julio César Falcioni, se caracteriza por ser un hueso duro de roer. Por lo tanto, el mérito de los tres puntos es aún mayor.
Lo cierto es que River mostró lo que toda su gente desea: la triple G, ganar, gustar y golear. Construyó poco a poco una diferencia tan abultada como justificada. Apenas iban tres minutos cuando Sebastián Driussi, al igual que ante Independiente Santa Fe, madrugó a los adversarios para conectar de cabeza un centro perfecto de Jorge Moreira. Demasiado temprano para hablar de merecimientos, pero con un sello para el resto del partido, esa ambición innegociable desde el comienzo.
River tuvo un nivel de lujo durante la etapa inicial. Ridiculizó al Taladro en el desarrollo. El Más Grande no sólo ejerció el dominio del balón y el territorio, sino que además lo hizo con una eficiencia notable, fiel al estilo que pretende Marcelo Gallardo. La pelota, generalmente a través de toques cortos, viajó con tanta precisión como velocidad, al ras de un pasto a la altura de las necesidades y un gran control de cada jugador. Hubo inteligencia para administrar el esférico, ocupar los espacios y abrir la cancha de manera constante.
¿Entonces por qué River se fue 1-1 al descanso? Principalmente porque le faltó un ítem nada menor entre los enumerados: profundidad. Si bien es verdad que Moreira, de tarea espectacular, se proyectó siempre, con criterio y despliegue de clase ABC1, el conjunto de Núñez careció de suficiente conexión en las cercanías del área de enfrente. Bajo esas circunstancias, apeló en exceso al centro: 16 veces, incluyendo pelotas paradas, aunque tan sólo ganó cuatro (el gol, lo destacado).
Banfield, Santiago Silva dependiente, llegó a la igualdad mediante un cabezazo del uruguayo, tras una apilada del habilidoso Brian Sarmiento y un centro de Alexis Soto, el lateral zurdo que River apuntó de cara al próximo mercado de pases. Así, amén de la enorme supremacía, el Muñeco y sus dirigidos se marcharon al vestuario con la bronca propia de no reflejar en el marcador la distancia futbolística, aunque al mismo tiempo sabiendo que con algunos retoques la segunda parte podía ser muy auspiciosa.
La premisa fue todo un éxito. Tal como sucedió el jueves pasado, Lucas Alario le devolvió la ventaja a River. Capturó un rebote para desnivelar. Silva cabeceó tres veces en el área del Millonario, esta vez sin acertar. A partir de ahí, se terminaron las esperanzas reales del Taladro porque Leonardo Ponzio sostuvo su desempeño gigante en el medio e Ignacio Fernández mantuvo la marca y distribución criteriosa, mientras que Gonzalo Martínez y Andrés D’Alessandro no mermaron la movilidad que tanto desconcierto causó en los mediocampistas visitantes.
En ese contexto, River fue un equipo más vertical a la hora de afrontar el segundo tiempo. Pisó el área rival con mayor nitidez. Usó la sorpresa para ampliar sus variantes ofensivas. Fue insoportable para Banfield. Lo desbordó y enloqueció hasta que el Cabezón aprovechó un tiro del Pity en el poste izquierdo para aumentar la distancia en el marcador. Como si fuera poco, enseguida llegó el 4-1 definitivo. Lejos de conformarse, La Banda presionó en bloque cerca del arco de Hilario Navarro para ocasionar el error en la salida y permitir que el Pity estirara la ventaja. De esa manera, El Más Grande triunfó por demolición. Ganó, gustó y goleó. Un estreno inmejorable.
+ GOLES: Los tantos en el Monumental.
+ LAS CALIFICACIONES: Jugador x jugador vs. Banfield
+ D’ALESSANDRO: “No me gusta salir nunca, quiero jugar siempre”
+ SÍNTESIS: Las estadísticas del partido entre River y Banfield
+ LARRONDO: El delantero tuvo un debut aprobado
+ RAMIRO: Volvió al Monumental.
+ BUEN GESTO: Banfield felicitó al campeón.
+ FOTOS: Las imágenes del partido.