Semanas después de haber conquistado América con El Más Grande, el volante decidió hacerse un tatuaje de la Libertadores para llevarla por siempre en la piel.
La felicidad por haber logrado la Copa Libertadores, tras 19 años de espera, hizo que miles de hinchas del Millonario cumplieran con sus promesas o, simplemente, se dieran el gusto de llevar marcado -a fuego- el título tan anhelado.
Además de los tatuajes que se hicieron Fernando Cavenaghi, Leonel Vangioni y Sebastián Driussi, Luis González fue otro de los que no aguantó la alegría y decidió llevar la Copa a todas partes.
El mediocampista arribó a Núñez y, en apenas dos meses, salió campeón de la Libertadores y de la Suruga Bank, logrando 24 trofeos a lo largo de su carrera.
El tatuador del mediocampista, Roberto López, fue quien publicó una foto a las redes sociales en la que aparece Lucho inmortalizando la Copa, esa con la que el Mundo River soñó tanto tiempo.
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