El juego de Benjamín Rollheiser se adapta perfectamente al estilo histórico de River: pelota al pie, gambeta y calidad. Además tiene el plus de ser un pibe surgido de la cantera riverplatense, es por eso que los hinchas se ilusionan con él. Marcelo Gallardo mira siempre a la cantera y el caso de Benjamín Rollheiser es un clásico en la manera de llevar a los chicos: el pibe de Coronel Suárez tuvo su debut en Primera, luego volvió a Reserva –en el medio tuvo una dura lesión ligamentaria- después se reincorporó nuevamente a la Reserva y de a poco fue considerado para la Primera y así se fue ganando un lugar hasta se una fija en el 11 inicial.

El juvenil había jugado cuatro partidos en la temporada 2019/20, seis en el 2020 y en el 2021 llevaba 22 encuentros disputados con el Manto Sagrado. En la semana previa al duelo ante Colón por el Trofeo de Campeones se pensó que iba a ser titular junto a Julián Álvarez en la ofensiva –tal como sucedió en muchos partidos de la recta final de la Liga Profesional- pero Marcelo Gallardo sorprendió y lo puso a José Paradela como volante por izquierda y en la ofensiva quedó Álvarez. Pero a los 31 minutos del complemento el Muñeco lo mandó a la cancha para jugar los últimos minutos y así sumó su vigesimotercer partido en el año.

Rompió la racha sin goles

Rollheiser ingresó para jugar suelto detrás de Julián Álvarez, sin responsabilidades ofensivas, la intención era que con su gambeta y juego vertical lastime a la defensa de Colón que ya estaba desgastada tanto por los avances de River como por el intenso calor de Santiago del Estero. Le bastaron ocho minutos en cancha para anotar su primer tanto en River: luego de una extraordinaria jugada de Álvarez en la puerta del área y de un remate de zurda que dio en el palo fue Rollheiser que definió con el arco a su merced de derecha y sentenció la final con el 3 a 0 parcial, luego Carrascal marcaría el cuarto y último gol de partido.