El fútbol es cabeza, estado anímico y confianza. Cuando volvió Marcelo Gallardo, los futbolistas de River sabían que arrancaban de cero y que, incluso los que venían siendo mirados de reojo, tenían una nueva oportunidad. Muchos la aprovecharon, y entre ellos están los grandes caudillos. La profunda reflexión del Muñeco sobre la resurrección de los experimentados.
Matías Kranevitter es el gran ejemplo. Entre lesiones y bajos niveles, no pudo ganarse el puesto en un año y medio, y eso motivó las llegadas de Nicolás Fonseca, Rodrigo Villagra y Felipe Peña Biafore. Pero con Gallardo se reencontró con su mejor versión, y volvió a ser ese volante que nos encandiló en 2015. Ignacio Fernández, Manuel Lanzini y Leandro González Pirez son otros apellidos que siguen esa línea.
“Teníamos que hacer un diagnóstico de cómo estaban todos. Queríamos saber en qué situación futbolística y mental estaban los jugadores y a partir de ahí, a algunos los conozco mucho más que a otros, y vas viendo momentos, situaciones, comportamientos y cómo van evolucionando en el día a día”, comenzó explicando el Muñeco en conferencia de prensa. El conocimiento mutuo fue clave para que MG encuentre cómo llegarle al jugador, y este saber qué pretende el DT.
Marcelo Gallardo y el “diagnóstico futbolístico y mental en River”
“Eso fue lo que hicimos en las semanas, algunos iniciaron jugando y otros no, hubo muchas variantes y eso es lo bueno, tener a mano esa posibilidad que me lleve a mí a optar por el mejor equipo posible que tiene que iniciar, de acuerdo a los diferentes partidos que tenemos”, firmó Gallardo. Así ganó un Superclásico con suplentes y tres días después pasó a semifinales de la Copa Libertadores.
De todos modos, MG insistió en que todavía queda mucho trabajo por hacer y expresó: “Sigo en la búsqueda permanente de que cada uno de los jugadores busque su mejor estado de forma, ese es mi trabajo y el trabajo de ellos es estar preparados”. En ese sentido, resaltó que “el sábado fue una muestra clara de jugadores que no tenían continuidad y ante el marco complejo se plantaron y aprovecharon la situación”, y completó: “Eso habla del compromiso de todos”.
Por último, Gallardo reconoció que “a veces no te salen las cosas” y que “algunos no están en su mejor nivel futbolísticos” y explicó cómo revertir esa situación: “Lo mejor es acompañarlos. Ese es el trabajo del entrenador. Tenemos el compromiso y el privilegio de vestir una camiseta que exige y no te podés conformar con cumplir, te tenés que entregar al máximo y si no estás en tu mejor momento la búsqueda va a ser ayudarlos a estar en su mejor momento”.