Ambos árbitros están en la consideración para impartir justicia en el partido correspondiente a la Supercopa Argentina. Pitana, descartado.
Cada vez falta menos. Dentro de 21 días se jugará la segunda final oficial de la historia entre River y Boca, un acontecimiento que por única vez sucedió hace casi 42 años. Es por eso que el arbitraje del gran partido estará bajo la lupa porque cualquier equivocación causará problemas.
Hernán Maidana y Marcelo Aumente corren con ventaja para ser los asistentes
Si bien es cierto que lo ideal sería que la terna mundialista encabezada por Néstor Pitana tenga la misión de controlar las acciones en la Supercopa Argentina, eso no sucederá. Es que el juez nacido en Misiones participará de un curso en Dubai, Emiratos Árabes Unidos, desde el 10 de marzo.
Por lo tanto, hay dos grandes candidatos a impartir justicia el miércoles 14 de marzo, en Mendoza. Patricio Loustau, uno de los que están catalogados entre los mejores -jamás hay que olvidar su arbitraje parcial del año 2011, en La Boca- y Fernando Rapallini. Uno de ellos será el elegido para la cita de carácter histórico.
Es importante remarcar que River-Boca no contará con el respaldo del VAR, debido a que el sistema no cumplió las fases protocolares establecidas para ser instaurado de inmediato en el fútbol argentino. Sin embargo, puede ser que haya seis árbitros, incluyendo a los que se ubicarían detrás de los arcos.
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