River de a poco comienza a recuperar a todos los soldados del plantel, y Martín Demichelis cuenta hoy con muchas más variantes de las que contaba a comienzos de un 2024 donde la pretemporada dejó no solo futbolistas lesionados, sino que además hubo citaciones a diversas selecciones que acortaron las opciones mucho más de la cuenta.
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A mediados de la preparación en USA, Santiago Simón fue uno de los averiados luego de haber sufrido la luxofractura en el metacarpiano de la mano derecha en pleno amistoso frente a Monterrey, y allí se encendieron las alarmas para la contratación de un lateral derecho. Pasaron más de 45 días y el oriundo de Tortuguitas está en condiciones de volver a formar parte de una lista de convocados, y allí se abre un escenario ideal para que vuelva a su posición natural en la mitad de la cancha.
Se mezclan dos aspectos fundamentales que juegan a favor para que no haya motivos para no volver a verlo como mediocampista. Por un lado, la llegada de Agustín Sant’Anna debido a su lesión pobló en demasía el puesto de lateral derecho para competirle a Andrés Herrera, sumado que para Demichelis otra alternativa viable allí es la de Sebastián Boselli para partidos puntuales según el rival. No tendría sentido lógico que Simón se sume a esa larga fila de laterales derechos, en un lugar donde además desde el aspecto defensivo nunca se lo terminó de notar cómodo y suelto.
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Y por el otro, el hecho de saber que en este 2024 la línea más irregular del equipo ha sido por escándalo la del mediocampo, con bajos rendimientos en la mayoría de los partidos de los que han jugado como internos o como auxilios del mediocampista central. La alternativa de Simón como 8 clásico, tirado como interno, o inclusive jugando un poco más adelantado y pegado a la raya como en varios pasajes de la era Gallardo donde se vieron sus mejores partidos, puede ser una solución para remediar algunos de los problemas futbolísticos del equipo en la actualidad.
En definitiva, que Simón vuelva a jugar de Simón. Para ver si definitivamente recupera la confianza plena en sus condiciones que tuvo en el inicio de su carrera, y para ver si puede darle un nuevo aire a la mitad de la cancha de River. En principio, ingresando en los segundos tiempos y sumando buenos minutos, y si se lo gana, peleando cara a cara un lugar entre los titulares.