Ariel Arnaldo Ortega despertó un nivel de admiración tan grande que trascendió la camiseta de River, el Burrito es uno de los máximos ídolos del Millonario pero por su humildad, su estilo de juego y el haber representado a la Selección Argentina ya es patrimonio de todos los argentinos. Aunque es imposible separar su figura a River, es que fueron tantos años vistiendo el Manto Sagrado y es tan grande el amor que el hincha siente por el jujeño que van a pasar los años y se va a seguir hablando de él, tal como hoy se hace con Labruna, Carrizo o el Beto Alonso.

El Burrito fue uno de los jugadores más exquisitos de los últimos tiempo, dueño de una gambeta única que volvió loco a más de un defensor, además tenía una pegada extraordinaria y de esa manera regaló goles que se recuerdan hasta los días que corren. En una entrevista con el programa radial Todo Pasa que se emite por Urbana Play -104.3- recordó el día en que casi se va a probar a Boca e Independiente, además detalló cómo fue su llegada a River, qué es lo que más extraña del fútbol y afirmó que le hubiese gustado jugar toda su vida en el Más Grande.

Ortega se lucía en Ledesma y jugaba para Atlético, además también jugaba al rugby y Cacho Gonzalo le dijo que lo llevaría a Buenos Aires para probarse en Boca e Independiente, que él tenía contactos, pero el Burro al llegar a Buenos Aires le dijo que no quería ir a esos clubes sino al de sus amores y así lo recuerda: “Si no hubiese sido por River no sería lo que hoy soy. Cuando llegué a Retiro, Cacho Gonzalo me dijo de ir a probarnos a Boca e Independiente y yo le dije que no quería ir a ninguno de esos dos clubes, quiero ir a River. Él no conocía a nadie y yo le dije que vayamos igual. En la prueba agarré la pelota y no se la di a nadie, me dijeron que vuelva en febrero y cuando me llegó la carta que tenía que presentarme en febrero no lo podía creer”.

“Estaba sentado afuera en Ledesma con unos amigos, llegó el cartero y me dijo que me llegó una carta de River, no lo podía creer, me fui al baño a llorar. Me saqué el pasaje y vino solo en el 91. Esa imagen la tengo marcada a fuego”, recordó con gran emoción el jujeño que arribó a Núñez a comienzos de los 90 y no se quiso olvidar de quien lo subió a Reserva: “Sabella me subió a la Reserva, jugué solo dos partidos ahí y después ya pasé a Primera”. Además así recordó su debut en Primera: “El día de mi debut yo estaba feliz, lo único que tenía en mi cabeza era debutar en la Primera. Yo estaba en la pensión y Sabella me dijo que tenía que ir a concentrar, fue el primer sueño de mi vida”.

Ortega fue uno de los jugadores más ovacionados por el Monumental en las últimas décadas, el equipo salía a la cancha y si estaba él se venía abajo, decenas de miles de personas gritando al unísono por el crack y a ese tema se refirió al jujeño: “No es fácil que la hinchada de River ovacione a un jugador, cada vez que entraba era uno de los primeros en ser ovacionado y me daba más fuerzas, es uno de los recuerdos más lindos que tengo. Les agradezco a todos los hinchas de River”. Por otro lado contó qué es lo que más extraña de su etapa como jugador: “Cuando voy a la cancha con Tomi (su hijo) lo único que extraño es el momento de entrar a la cancha. Admiro mucho a los jugadores de River”.

Ortega en el superclásico del Apertura 2010 que quedó en manos de River por 1 a 0. (Foto: Getty).

Ortega en el superclásico del Apertura 2010 que quedó en manos de River por 1 a 0. (Foto: Getty).

La admiración de la gente y los ex jugadores me emociona un montón, es lo más maravilloso que me dejó el fútbol”, afirmó Ortega en relación al cariño que recibe a diario pese a que hace años que ya no juega de manera profesional. También habló de lo difícil que fue hacerle goles a River jugando para Newell’s y contó con quién estaba enojado por entonces: “Cuando le hice goles a River no lo disfruté, pero sí le tenía bronca a los dirigentes que le mentían a la gente que les decían a los hinchas que no quería volver y yo estaba desesperado por volver”.

El sentido de pertenencia en su máxima expresión

Yo me hubiese quedado toda la vida en River, no quería irme a Europa. Pero tenía representantes que querían eso y dirigentes que estaban tras la plata. En Europa la pasé mal, me trataron 10 puntos pero yo estaba muy cómodo en River, lo que tenía acá me gustaba y lo disfrutaba”, sentenció Ariel Arnaldo Ortega, uno de los mejores jugadores de fútbol de los últimos años, uno que llevó el potrero al profesionalismo. Cabe destacar que el Burro tuvo muy buenos pasos por Valencia y Sampdoria.