Allá por fines de los 80 y comienzos de los 90 probablemente pocos imaginaban en Ledesma, Jujuy, que dos de los pibes que vivían jugando al fútbol llegarían casi al mismo tiempo a triunfar en Primera División. Pero eso terminó pasando: Marcos Anguila Gutiérrez llegó a Huracán en 1990 y un año más tarde Ariel Ortega hizo lo mismo en River. El ex arquero que jugó en clubes importantes como Huracán, San Martín de Tucumán, Argentinos Juniors o Newell’s Old Boys contó cómo fue criarse junto al ídolo riverplatense en Ledesma y qué demostraba ya desde chico.

Somos del mismo barrio, tenemos los mismos amigos pero Ariel siempre se juntó con los más grandes. Nosotros jugábamos por plata los fines de semana, Ariel tendría 13 o 14 años y nosotros 17. Jugábamos contra otros barrios y Ariel siempre quería jugar con nosotros, pero lo calmábamos y le decíamos que iba a entrar en el segundo tiempo. Y cuando entraba hacía desastres, hacía lo mismo que en la cancha de River, en los Mundiales con los enganches. Él llevó el potrero al profesionalismo, porque él no cambió su forma de jugar”, contó Marcos Gutiérrez en ESPN y pintó de cuerpo entero al ídolo de River que siempre mantuvo ese espíritu en la cancha.

Anguila vs. Burrito

El crack se enfrentó con su amigo en reiteradas oportunidades y hasta le convirtió dos goles, ambos de cabeza, y así lo recuerda entre risas el Anguila: “Ortega me hizo dos goles de cabeza, uno en cancha de River y otro en cancha de Huracán. No me dijo nada, lo tiene prohibido, de chiquito lo acostumbré a que no me diga nada, ja”. El vínculo entre ambos sigue siendo de una gran amistad, ninguno de los dos se olvidó de sus raíces y de hecho el ex arquero hace poco compartió una publicación en su cuenta de Instagram en la que repasaba cómo llegaron desde Ledesma y lo vigente que sigue su vínculo afectuoso.