Desde su llegada a River, allá por noviembre de 2022, que Martín Demichelis dijo abiertamente que su esquema preferido es el 4-3-3. En River intentó implementarlo en algunos partidos, pero los rendimientos con ese dibujo táctico no fueron los esperados y se terminó imponiendo el 4-5-1, con volantes movedizos que cambian de posición y ofrecen distintas alternativas y, sobre todas las cosas, que generan un equilibrio fundamental para no quedar mal parados.
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River jugó un muy mal partido ante Vélez por la tercera fecha de la Copa de la Liga y en dicho encuentro, el dibujo táctico volvió a ser un 4-3-3, lo que generó un desequilibrio importante. Eso expuso al único volante central -Enzo Pérez- y la derrota fue categórica, no tanto en el resultado -solamente 2 a 0- pero en lo táctico fue una paliza que recibió el equipo de Demichelis que sufrió en todos los sectores de la cancha.
La palabra de Demichelis
“El sistema que más me gusta es el 4-3-3 y desde ahí se puede mutar. No funcionó en el inicio del año, tampoco en Vélez y no voy a jugar diez partidos así. Hoy decidí por los cinco volantes porque es como más cómodo nos sentimos”, dijo Martín Demichelis en conferencia de prensa. No caben dudas que su análisis es acertado y que cuando River tiene cinco volantes genera más fútbol y es mucho más equilibrado.
¿Por qué no funciona en este River el 4-3-3?
Es claro que, para jugar con determinado sistema táctico, sea cual sea, es fundamental tener jugadores que sientan naturalmente los puestos en los que son utilizados. Uno no puede jugar con línea de tres en el fondo si no tiene jugadores que se hayan desempeñado como stoppers o líberos. Lo mismo sucede con el 4-3-3 que tan de moda se puso hace unos años, probablemente por lo increíble que fue el Barcelona de Guardiola utilizando ese dibujo.
Ahora bien, el Barcelona de Guardiola jugaba a otro deporte prácticamente y tenía intérpretes que asimilaron a la perfección jugar en esos puestos, como por ejemplo Messi comenzando por derecha y luego cerrándose cuando Dani Álves pasaba como una locomotora. Pero en River ese sistema táctico no funciona, y tampoco funcionará con este plantel, porque no cuenta con extremos. Todos los mediocampistas ofensivos o delanteros por afuera no sienten el puesto de extremo y el estar limitados por la raya.
Ejemplos claros de esto son: Esequiel Barco, Facundo Colidio, Pablo Solari, Nacho Fernández, Claudio Echeverri, Matías Suárez. Todos ellos son jugadores que tienen características para jugar con ciertas libertades y en zona central del campo, aunque no quita que en alguna situación puntual pueda comenzar por algún extremo.
Barco, por ejemplo, es un futbolista sumamente desequilibrante que se siente cómodo comenzando por izquierda y luego se va cerrando o abriendo dependiendo de lo que la jugada pida, pero si a Barco lo limitás a jugar por banda izquierda, le sacás su mayor virtud: la libertad para asociarse con sus compañeros, la gambeta que puede ser para adentro o para afuera, y así con el resto de sus compañeros.