"Sí, la responsabilidad cae sobre mí porque es para lo que estoy. Tenemos hasta los primeros días de diciembre para pensar tranquilos". Mientras el mundo River todavía procesa lo que fue una noche emocionante e histórica para despedir a Marcelo Gallardo en el Monumental, el foco de atención más importante en consecuencia es la sucesión del Muñeco. Saber quién será el próximo director técnico de River. Y el propio Enzo Francescoli fue quien esta mañana contó que le tocará esa difícil tarea de encabezar la búsqueda como cuando a los seis meses de haber asumido como manager se encontró con la sorpresiva renuncia de Ramón Díaz y eligió al Muñeco.

La primera tarea que encaró el Príncipe es la de hablar con todo el equipo que compone el cuerpo técnico y médico de Gallardo para saber quiénes se irán y quiénes seguirán en el club. Luego, claro, se metió en la búsqueda de nombres que, como manifestó, siempre hay candidatos en la órbita porque en algún momento esto iba a pasar. De hecho, cuando se fue el Pelado en 2014, el ya tenía al Muñeco en su cabeza como un posible reemplazante para el momento en que lo necesitara.

 

Esta vez los tiempos le juegan a favor. Aquella vez si no aceleraba, Marcelo Daniel habría firmado con Newell's. Ahora Gallardo dirigirá la última fecha, probablemente también en los amistosos contra Colo Colo y Betis, y después habrá vacaciones para el plantel, que recién volvería al trabajo a mediados de diciembre y ahí sí conocerían al nuevo capitán del barco. Por eso, en River no quieren apurarse por más que los perfiles posibles ya están sobre la mesa.

Marcelo Bielsa es un sueño de algunos, pero imposible porque el Loco no dirigiría en Argentina a otro club que no sea Newell's. Heinze es otro nombre que sonó por ser discípulo del ex DT de la Selección Argentina. Sin embargo, los tres nombres que reúnen más consenso por el momento son los de Martín Demichelis, Ricardo Gareca y Pablo Aimar. Aunque, claro, cada uno tiene su situación particular y el que señalará al elegido -más allá de los gustos de cada directivo- es Francescoli.

Demichelis tiene muchas ganas de dirigir a River, es íntimo amigo de Germán Lux (se criaron juntos en la pensión de River) y tiene una fluida relación con Javier Pinola. Hace tiempo, desde que Lux y Pinola hicieron el curso para recibirse de técnicos, hablaron de formar un cuerpo técnico. Y concretar esa idea en Núñez lo seduce muchísimo. Incluso Micho, a través del defensor, tuvo charlas con Ponzio cuando ambos concentraban juntos en el Monumental. Muchos cabos que parecen unirse para desembarcar en el Monumental aunque desde su entorno aseguran que aún nadie lo llamó.

Sí es cierto que tiempo atrás Javier Gandolfi, otro ex River con el que Demichelis compartió la pensión y son grandes amigos, lo recomendó para Talleres. Pero Micho no pudo salir del Bayern Munich en ese momento, algo que ahora no tendría trabas para hacerlo poco antes de fin de año.

La chance de Aimar gusta por el perfil de entrenador que a mostrado en su corta experiencia como técnico de las selecciones juveniles y también acompañando a Lionel Scaloni en la Mayor. Pero justamente ahora está en el gran desafío que será el Mundial de Qatar y parece una utopía que se baje de la Copa del Mundo para asumir en River. 

Y Gareca, también pretendido por Independiente para reemplazar a Julio Falcioni, es otro entrenador que gusta. En este caso, ya tiene mucha más experiencia tanto en clubes como los grandes resultados que consiguió con Perú. Le valoran su profesionalismo, el perfil serio, alejado de las polémicas. Y tiene ganas de volver a trabajar en Argentina después de tantos años afuera (en 2014 se fue a Palmeiras y desde 2015 dirigió la selección peruana hasta hace unos meses). En contra tiene que no es un hombre de la casa, más allá de su corto paso por River en 1985.

Así está el escenario por estas horas. Con un Gallardo que entre abrazos y despedidas prepara sus últimos días de entrenamientos y cierra el informe que dejará del plantel para que Francescoli y la CD definan también las situaciones particulaes de cada futbolista. Y con Enzo analizando, evaluando y pensando cuál será el elegido.