Marcelo Gallardo volvió a meter mano en la defensa en busca de un mejor funcionamiento en la última línea. En un año con altibajos y algunas actuaciones que dejaron serias preocupaciones por el rendimiento general del equipo, el Muñeco sigue buscando recuperar el nivel de sus futbolistas y ser nuevamente protagonistas en el torneo y en la Copa Argentina. Por eso, aplicó una serie de cambios en el encuentro ante Gimnasia y mal no le fue: regresó al triunfo luego de tres fechas, mostró cierta solidez defensiva y tuvo algunos rendimientos en alza con respecto a los últimos encuentros.

Uno de esos puntos positivos tuvo que ver con la actuación de Emanuel Mammana, que venía ocupando el rol de lateral derecho y no terminaba de redondear buenos partidos. Anoche ante el Lobo, el defensor volvió a la zaga central y fue compañero de Héctor David Martínez. El ex Zenit de Rusia cumplió una buena tarea, mostró firmeza en la marca, ganó todos los duelos individuales y fue también protagonista de una gran ovación a los 21 minutos del segundo tiempo, cuando primero fue al piso para barrer contra Ramón Sosa y luego para trabar la pelota con la cabeza para que el balón saliera del campo de juego antes que llegara a controlarlo Eric Ramírez.

Más allá del reconocimiento de las 72 mil hinchas que asistieron al Monumental, al finalizar el partido se llevó también la aprobación de sus compañeros y de Marcelo Gallardo. El más efusivo fue Bruno Zuculini, que tras el pitazo final de Yael Falcón Pérez, le dio un fuerte abrazo. Una buena noticia para River, que no terminaba con la valla invicta en la Liga Profesional desde la segunda fecha del torneo, cuando igualó ante Atlético Tucumán sin goles en el Monumental.