El nombre de Pablo César Solari era totalmente desconocido para el mundo River. El pibe nacido en San Luis hizo Inferiores en Talleres y de hecho no llegó a debutar en la Primera pero sí fue al banco. Luego pasó a Colo Colo donde empezó a destacarse considerablemente a tal punto de anotar goles fundamentales para sostener en Primera al Cacique y también para conseguir títulos.
Los hermanos Solari.
Su historia empezó a hacerse conocida en River a comienzos de 2022 cuando el Más Grande compartió grupo en la Copa Libertadores con Colo Colo. Ahí se descubrió que Víctor, su papá, es un fanático de River que le eligió –junto a su esposa- los nombres de sus hijos por referentes de River como Pablo César Aimar, Matías Jesús Almeyda y el propio Santiago Solari.
En el último mercado de pases Pablo César llegó a River y no pudo evitar contar su fanatismo por el club. Su inicio en Núñez está siendo impresionante: goles, rendimientos elevados y una actitud muy buena para adaptarse lo más rápido posible a la idea de Gallardo. De hecho lleva siete goles en ocho partidos jugados.
Santiago Solari, hermano de Pablo, también es fanático de River y además juega en Gimnasia de Mendoza, en la Primera Nacional. Él mismo contó en diálogo con TNT Sports una locura que hizo por ver a su hermano: “El otro día jugábamos contra Brown de Adrogué, veníamos a Buenos Aires, y Pablo jugaba como visitante contra Tigre y como no conseguía entrada por ningún lado, entonces me tocó entrar con la barra de Tigre, me camuflé un poco, me puse un piluso de Tigre y entré a ver el partido. Encima hizo un golazo y no podía decir nada”.
El infiltrado
“Cuando los equipos juegan contra River o Boca es factible que vayan hinchas camuflados, entonces digo ‘por las dudas me pongo un piluso que compré ahí y me lo puse’, fui solo”, afirmó Santiago y luego completó contando cómo vivió el momento en el que su hermano hizo un golazo: “Estuve ahí con los chicos de la barra. A Pablo le dije que conseguí entrada así que fui a verlo. En el momento del gol tiraba como que estaba enojado, hacía gestos, también agarré el celular y le mandé a mi papá un mensaje diciéndole que no podía hacer ese gol”.