Marcelo Gallardo era un enganche talentoso, capaz de encontrar soluciones a través de una pausa, aportar goles, asistencias e incluso una cuotas de marca para ayudar en la recuperación de la pelota. Por eso dejó una muy buena imagen como jugador de River.
Cuatro años después de haberse despedido como futbolista del Millonario, Gallardo volvió en la función de técnico. Inteligente, práctico para bajar un mensaje, abierto tácticamente y dispuesto a conformar un equipo extremadamente completo -juega muy bien y es agresivo para la marca-, logró una versión brillante y multicampeona, sin precedentes similares en el transcurso del tiempo.
Entonces, desde La Página Millonaria nos surgió un interrogante, ¿Gallardo hubiera sido un jugador apto para la versión de River que él dirige? “Es difícil hablar de uno. Voy a tratar de ser honesto y sincero con la pregunta y no tirarla afuera”, anticipó, en el cierre de la conferencia de prensa que brindó al mediodía en el predio de Ezeiza.
“A mí me hubiese encantado jugar. Yo era un típico enganche que no le gustaba correr, a mí me gustaba correr y jugar, pensar cuando jugaba, para qué y por qué hacía lo que hacía. Este equipo no sólo sabe lo que hace, lo piensa, desarrolla y ejecuta. Cuando tenés esas posibilidades y que intenta ejecutarlo, le sienta cómodo“, analizó, dejando en claro que sus características eran compatibles con las que busca en sus futbolistas.
¿Cuál es el nivel de exigencia? “Para jugar como nosotros jugamos, necesitás de la voluntad de los futbolistas, de que al jugador le guste la idea y pueda sostenerla. Sostener es muy difícil. A veces, esa exigencia, genera desgaste porque hace casi seis años que estamos y seguimos con esa mentalidad de siempre. Seguimos haciendo los esfuerzos en conjunto. Si no tenés esa voluntad de hacer esos esfuerzos en conjunto, es muy difícil”, agregó.
Consciente de que esa fortaleza mental no es tan sencilla en un contexto de búsqueda constante de la evolución, Gallardo ratificó que era un futbolista completo, aunque admitiendo que en un aspecto hubiera tenido dificultades: “Hay futbolistas que tienen un buen pasaje, pero no lo pueden sostener. Si quieren relajarse, acá no lo pueden hacer. Volviendo a la pregunta, para mí sería fácil jugar, pero no sé si me sería fácil mantenerme en ese nivel de exigencia“.