Pasaron varias horas, pero todavía dura la bronca. Mucho más luego de escuchar los audios del VAR que revelaron el diálogo que mantuvo Roberto Tobar con los encargados de manejar la teconología, que ponen en evidencia la discrepancia de critero entre el árbitro principal y los que estaban del otro lado de la pantalla. Más allá de la discusión fina de la jugada, el fondo de la cuestión tiene que ver con el espíritu de su aplicación: en lugar de elefantes, se buscan hormigas. Lejos de ayudar al juez a no equivocarse, lo invitaron a la confusión. El daño ya está cometido.

Puertas adentro y más allá de la autocrítica por el funcionamiento del equipo, hay una sensación de injusticia que invade tanto a los futbolistas y al cuerpo técnico como a los directivos. No solamente por lo sucedido este miércoles por la noche ante Vélez en el Monumental, sino también por una acumulación de situaciones que viene de larga data, en el plano local pero fundamentalmente en la Copa Libertadores.

La lectura que hacen en el Mundo River es que el VAR sacó al Millonario de la Copa en tres de las últimas cuatro eliminaciones de la Libertadores. A excepción de las ediciones 2018 (campeón), 2019 (finalista) y 2020 (no hubo polémicas), en el resto de las series mano a mano intervino la tecnología en cada derrota y el equipo de Marcelo Gallardo terminó viéndose perjudicado por las determinaciones arbitrales. 

Todavía está latente la serie ante Lanús en las semifinales del 2017, cuando Wilmar Roldán y sus asistentes no vieron una mano evidente de Iván Marcone, no expulsaron a Román Martínez por un puñetazo contra Ariel Rojas y por consiguiente no anuló el tanto del Granate que llegó luego de esa falta. En las semis del 2020 hubo una clara falta del arquero contra Paulo Díaz que pudo llevar la serie a penales, además de un discutido offside de Rafael Borré en el gol anulado a Gonzalo Montiel y un penal anulado por la revisión del VAR. Lo sucedido ante Vélez en Núñez, con la polémica en el tanto de Matías Suárez y varias jugadas dudosas que parecieron penal, fue la gota que rebalsó el vaso.