River debutó en una nueva edición de la Copa Argentina con la victoria frente a Racing de Córdoba por 3 a 0 y por momentos el equipo tuvo ocasiones tanto de brillo asociado e individual, como de errores defensivos y mala lectura en el retroceso. El conjunto dirigido por Martín Demichelis salió al partido con un 4-3-1-2, con Centurión en el arco, Borja-Beltrán arriba y las sorpresas tanto en los laterales como en Aliendro de único 5. Nacho, bien de enganche.

Ambos laterales tendrían función ofensiva, siendo una constante arma por los costados, y Aliendro sería el relevo para ellos con Simón cerrándose de ser necesario. Barco, por su lado, intentaría asociarse a Nacho Fernández por el medio y dejar su espalda libre para las trepadas de Elías Gomez. Beltrán, para no chocarse con Borja, saldría a pivotear constantemente e intentaría darle lugar a Nacho para llegar de sorpresa.

Racing de Córdoba, por su lado, plantearía un 4-4-1-1 poblando la mitad de cancha y buscando ser superior en la zona Aliendro, sabiendo que este no estaba en su puesto natural. Ferrero tendría función ofensiva por izquierda, dado que tanto Fernández como Berrondo se cerrarían para poblar más la mitad de cancha, y Gómez Pereyra lo relevaría en esa zona cuando eso sucediera. Por derecha, Scolari cerraría la defensa y Giménez sería el 5 más defensivo para intentar que Cavagnero trepe por el medio y ayude tanto a Oyola como Coronel. Este último, al ser un atacante de poco juego físico, buscaría abrirse por los costados constantemente.

Con el 1-0, Racing intentó en el segundo tiempo cambiar, sumando a un lateral que se acople al medio y haciendo que los volantes ganen amplitud por afuera. La salida de Giménez buscaba sumar mejor pie en el medio y tratar de encontrar mal parado a River con alguna pelota larga.

Sin embargo, Demichelis contestó rápidamente con la entrada De La Cruz por Nacho para ayudar a Aliendro y Solari por Beltrán en la banda para que Rinaudo tuviera que cuidar su zona. Esto le dio mucha más comodidad al medio tanto para marcar como para hacer traslados ofensivos, y así River se puso rápidamente 3-0 arriba.

Por otro lado, ante un rival que dejaba jugar, River tuvo la comodidad para encontrar el fútbol que le gusta a Demichelis. Se pudieron ver buenas asociaciones ofensivas, con ambos laterales atacando sus zonas, jugando de izquierda a derecha o viceversa, Beltrán saliendo también a encontrarse con los volantes y estos buscándose con toques precisos. El primer gol es obra de una gran jugada colectiva, tal como quiere el DT.

River volvió a repetir problemas

Frente a Banfield, en el Trofeo de Campeones, y frente a Arsenal, en la Liga, el mal retroceso y la mala lectura de espacios a la hora de defender lo hicieron sufrir al equipo. Aliendro, al ser el único 5 y no ser su posición natural, leyó varias veces mal su zona y en otros momentos se lo vio sobrepasado por la no vuelta de Simón o Barco. El doble 5, como pasó frente a Lanús, con Enzo Pérez y De La Cruz ayudándose, parece ser lo mejor hoy por hoy para el orden que necesita el equipo.

Centurión, un suplente que da garantías

Para atajar en un equipo grande, el arquero debe aparecer en las pocas que les lleguen. Esto es precisamente lo que hizo Centurión. Cuando lo llamaron, el rionegrino respondió y siguió demostrando por qué está donde está. Además, mostró un buen juego con los pies para el equipo, tanto largo como corto. Sería interesante verlo seguido, ya que siempre que lo llamaron respondió con nuestra camiseta.

González Pirez, otra vez siendo de los mejores

Al igual que con Tigre y Lanús, el defensor de River completó un partido casi perfecto. Ganó el 80% de 1vs1, recuperó ocho pelotas defensivas, tuvo una efectividad del 78% en pases progresivos y marcó un buen gol de cabeza. Con Mammana todavía sin recuperarse, el Cabezón viene respondiendo, y es una gran noticia para el cuerpo técnico.

Herrera y una buena dosis de confianza

Está claro que Marcelo Herrera todavía no convence al público millonario, pero este partido frente a Racing puede ayudarlo a levantar su confianza. Comenzó teniendo alguna imperfección al asociarse, pero fue una constante arma de ataque para el equipo y estuvo varias veces cerca de marcar. Los centros son algo que debe mejorar, ya que aquí se vio su peor versión individual.

Aliendro, incómodo, hizo un aceptable partido de único 5

El ex Colón, luego de la ida de Peña Biafore y la lesión de Zuculini, es lo más parecido a un 5 que tiene hoy por hoy el plantel por detrás de Enzo Pérez, y este partido nos demostró que ese puesto, ante una emergencia, lo puede suplir. Recuperó 17 pelotas, ganó el 50% de 1vs1 y tuvo un 85% de efectividad en pases progresivos. Aunque es cierto que, con otro volante al lado, su juego mejoraría.

Nacho, capitán y figura del equipo

Luego de unos encuentros sin encontrar su mejor nivel, Nacho fue en este partido el 10 que River necesita. Se vio su mejor versión, cómodo para ubicarse, pedir la pelota y hacer jugar muy bien al equipo. En 66 minutos de juego, completó el 92% de pases progresivos, dio tres pases claves y una gran asistencia para el gol de Beltrán.

Barco, peleado con el gol, pero siempre picante

Dentro de un medio de tanto buen pie, el cambio de ritmo del santafesino es más que necesario. Es cierto que sigue sin encontrar su gol, pero frente a Racing género con seis carreras en profundidad individuales buenas chances de peligro ofensivas. Sumó una asistencia, que ojalá pueda darle confianza, ya que parece importante dentro del 11 titular.

Beltrán volvió a aprovechar sus minutos

El cordobés, con todo su despliegue, lucha ofensiva y compromiso en la presión, se acopló bien al juego del equipo, se entendió bien con Borja en la delantera y generó peligro constante dentro del área. Ganó el 50% de duelos ofensivos y el 60% de duelos aéreos. Para coronar, la única clara que tuvo la metió.

Borja, siempre un peligro en el área rival

El colombiano, sin hacer su mejor partido, aprovechó muy bien su chance de titular. Tuvo varias para marcar más goles, pero lo importante es que por primera vez en el año se lo vio cómodo para asociarse, con y sin otro nueve al lado. Los goles, si sigue jugando y entendiéndose así con el equipo, llegarán de a montones.

Solari y unos buenos minutos para su confianza

Es claro que River necesita que Pablo Solari tome confianza y encuentre su mejor nivel, por lo que versiones como la de él en Santiago del Estero son muy positivas para el equipo. En 30 minutos tuvo dos chances claras, dio el 95% de los pases bien y acertó el 100% de los centros.