inco de los 10 títulos internacionales que tiene River en su historia los ganó con el Muñeco sentado en el banco durante los últimos dos años. Gallardo, cada día más grande.

Mediados de 2014. Ramón renuncia después de ser campeón. D’Onofrio y Francescoli deben elegir a su reemplazante y apuestan por Marcelo Gallardo, ídolo como jugador pero que como entrenador iba a tener que revalidar credenciales. Pocos imaginaban lo que estaba por comenzar.

En aquel entonces, River no ganaba un título internacional desde la Supercopa 1997. Había estado cerca en la Sudamericana 2003, cuando el humilde Cienciano lo dejó sin nada. En la Libertadores, la gran obsesión, lo más lejos que había llegado era semifinales, la última vez en 2005. Y llegó él para cambiarlo. El especialista. Rápidamente amoldó al equipo a su idea: un juego intenso, donde la presión era su principal arma. Tardó tan solo 6 meses en poner fin a la sequía de 17 años con la Sudamericana 2014, con el plus de haberlo hecho eliminando al rival de toda la vida por primera vez en la historia en un mano a mano internacional.

En febrero de 2015 llegó la primera Recopa, con Sánchez y Barovero como figuras en la serie ante San Lorenzo. Ambos serían determinantes también en la campaña de la Libertadores, la Copa que llevó al Muñeco a lo más alto. El equipo ya no pasaba por encima a sus rivales como en el primer semestre, pero sabía a lo que jugaba. Afuera Boca con su abandono. Afuera Cruzeiro, la bestia negra. Guaraní en semis, tras el receso de la Copa América, y la consagración ante Tigres en un Monumental explotado.

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La Suruga se ganó con el envión de la Copa. Huracán sorprendió en la Sudamericana 2015, cuando River ya tenía puesta la cabeza en Japón. El Mundial de Clubes hubiera sido una proeza, lo máximo. Se intentó y no hubo caso. Enfrente estaba el Barcelona más cercano a lo invencible que se haya visto.

Cualquier entrenador hubiera bajado el telón allí, pero el Muñeco no es cualquier entrenador. Él va por más, siempre. Después de un semestre de transición, el desafío planteado fue el de volver a ser con un plantel casi nuevo. La Recopa ganada frente a Independiente Santa Fe fue el primer paso hacia ese objetivo.

Antes de él, 5 títulos en 54 años (la Libertadores se empezó a jugar en 1960). En 24 meses los llevó a 10. Trece de quince series coperas ganadas. Cinco títulos levantados sobre 7 jugados. Gallardo es desde hace tiempo uno de los DT más importantes de la historia. Pero, por sobre todas las cosas, un verdadero especialista internacional.

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