River igualó 1 a 1 frente a Banfield en un partido de locos. Si bien los dirigidos por Martín Demichelis fueron más que el Taladro, sobre todo en la segunda mitad, el Millo estuvo a muy pocos minutos de quedarse con las manos vacías. Es que Braian Galván puso el 1-0 para la visita cuando se jugaban 42 minutos del segundo tiempo. El Más Grande reaccionó y un minuto más tarde consiguió el empate gracias a un cabezazo de Pablo Solari.
Más allá de la gran cantidad de situaciones de gol que generó River en la última media hora del partido -en la que Marcelo Barovero se erigió como la gran figura del encuentro-, el equipo de Demichelis tuvo algunos puntos bajos, sobre todo en la primera mitad, cuando al Millonario le costó generar peligro y lastimar al conjunto de Julio César Falcioni. Hubo puntos débiles en la gestación y en el manejo de los hilos del equipo.
Uno de esos puntos bajos fue Nacho Fernández, que venía de tener una gran actuación en la Copa Argentina y también frente Vélez en el Monumental. El experimentado volante no estuvo fino con la pelota y le faltó claridad para meter ese último pase para dejar a Facundo Colidio de cara al gol. Por momentos, Nacho bajó mucho a buscar la pelota casi a posición de doble cinco y le quedó muy lejos el área rival. Para colmo, fue protagonista de la “pifia” con la que nació el gol de Banfield. Fue uno de los que retrocedió con respecto a sus últimas presentaciones.
Otro de los que desaprovechó su chance fue Rodrigo Aliendro. El mediocampista fue otro de los que estuvo muy preciso con la pelota, sobre todo en ese primer tiempo en el que faltaron luces y creatividad. No solo perdió muchas pelotas con errores no forzados, sino que también le costó la marca. Por momentos se soltó un poco más Nicolás Fonseca y el ex Colón se tiró unos metros más atras. Estático, jugando casi con el freno de manos, en esa faceta defensiva tampoco estuvo en una buena noche.
De esta manera, tanto Nacho Fernández como Rodrigo Aliendro se destacaron por ser los puntos más bajos del equipo. Un partido para olvidar y dar vuelta de página rápidamente: se viene el superclásico y qué mejor que tener revancha en el partido más importante del semestre.