El coronavirus llegó para cambiar los planes en todos los sentidos. Ejemplos sobran desde la vida cotidiana hasta las consecuencias globales. Pero poniendo la mirada sobre River y el futuro del equipo de Gallardo, el escenario parece el indicado para acelerar un proceso que Marcelo Gallardotiene en la cabeza desde hace tiempo y que puede empezar a cristalizarse un poco por necesidad y otro poco por ganas. Si bien el Muñeco nunca dijo, como Macri cuando era presidente de Boca, que quiere 9 de 11 titulares formados en el club, es cierto que una idea similar está en su mente y por eso fue el motor de los distintos cambios que hubo en las Inferiores.
En la actualidad, la situación económica del club obliga más a vender que a comprar. Entonces, es posible que puedan irse algunos jugadores importantes y no lleguen grandes refuerzos. Ahí puede generarse el primer espacio para que los más chicos vayan ganando lugar en el plantel. Y otro punto importante para tener en cuenta es que Gallardo cuenta con varios futbolistas mayores de 30 años a los que este largo parate de cuarentena puede afectarlos físicamente más que a los jóvenes. Es una cuestión natural. Y ahí también tendrán una ventaja los que recién están empezando.
Gallardo ya hizo debutar 34 chicos de las Inferiores de River y tiene a varios en el plantel profesional. Algunos ya tuvieron varias oportunidades (Cristian Ferreira, Julián Alvarez), otros todavía no terminaron de ganarse un espacio (Santiago Sosa) y varios que esperan por más chances (Elías López, Lucas Beltrán y Benjamín Rollheiser, quien se recupera de un lesión ligamentaria). Un paso más atrás aparecen los nombres de los chicos que ya fueron incluidos en la lista de la Libertadores y que podrían sumarse al plantel próximamente: el defensor Franco Paredes, el volante Enzo Fernández y el delanteroFederico Girotti. A esos nombres hay que sumar el del arquero Ezequiel Centurión, quien ya trabaja con la Primera, pero seguirá tapado por las renovaciones de Bologna y Lux.
Ellos son los que podrían mostrarse más rápidamente. Hay un punto más que juega a favor de los juveniles: el calendario apretado que habrá una vez que se retomen las competencias. La seguidilla de partidos será intensa y obligará a la rotación para evitar lesiones. Con la clasificación a la Libertadores 2021 asegurada, no sería extraño que Gallardo ponga sus mejores fichas en la actual Copa y le dé espacio a una formación alternativa cuando tenga que jugar por el torneo local que se organice.
Serán meses de cambios. De renovaciones. Y tal vez haya llegado la hora de que se vengan los chicos.