"No hay que hacer muchos cambios en la derrota", había dicho Martín Demichelis luego de la dura derrota en condición de visitante frente a Belgrano. Es cierto, Micho no hizo muchos cambios en la derrota sino todo lo contrario, retocó mucho más el equipo después de un triunfo que de un resultado negativo. Hasta el momento, el DT dirigió seis partidos oficiales al frente del Más Grande y solo repitió una vez el once inicial, en ocasiones por cambios obligados y en otras por decisiones tácticas suyas.

Armani; Herrera, Maidana, Mammana, Casco; Aliendro, Pérez; Solari, Nacho Fernández, Paradela; Borja. El primer equipo de Demichelis en el triunfo 2-0 con Central Córdoba. Varias premisas claras: verticalidad, extremos abiertos para dar amplitud y buscar constantemente el arco contrario con pases hacia adelante, además de un doble cinco con Aliendro como rueda de auxilio de Enzo Pérez.

A la semana siguiente, un solo cambio (obligado) ante Belgrano: Enzo Díaz como zaguero central por el lesionado Mammana. River no jugó bien, generó pero pagó caro dos errores defensivos individuales en el fondo y se fue con las manos vacías de Córdoba. Frente a Argentinos Juniors (triunfo 2-1), mismos once. Primer tiempo chatísimo y una segunda parte con cambios fuertes: Rojas por Herrera, Barco por Aliendro y más tarde Rondón y Palavecino.

Ante el Bicho fue la primera vez que Demichelis hizo modificaciones tácticas en el entretiempo. River no había funcionado en los primeros 45', había tenido demasiada posesión sin sorpresa y apostó a la explosión de Barco. Funcionó, porque en ese segundo tiempo fue de los mejores. Venía el partido con Tigre y fue hora de nuevos cambios: Barco, Rojas y González Pirez.

Fue quizás el mejor partido de Demichelis hasta el momento, tomando los 90 minutos. Un equipo protagonista de principio a fin, con un bache pronunciado en la segunda parte, pero con una sólida labor defensiva ante uno de los equipos más temibles del torneo. Nuevamente con Solari y Paradela como extremos a pierna cambiada, casi una fija en la ideología de Micho.

La defensa de River tuvo su mejor perfomance contra Tigre, sin dejarse vencer y conteniendo a Retegui y Colidio, dos amenazas constantes. (Foto: Getty).

La defensa de River tuvo su mejor perfomance contra Tigre, sin dejarse vencer y conteniendo a Retegui y Colidio, dos amenazas constantes. (Foto: Getty).

Con Banfield apareció el primer cambio de esquema marcado: adentro del doble nueve con Borja y Rondón, afuera Solari, y también la aparición de Santiago Simón y su versatilidad en mitad de cancha. Funcionó de a ratos, porque sobre el final River volvió a quedar desguarnecido y Banfield estuvo a punto de empatar el encuentro. La espalda de Enzo Pérez ya era una preocupación.

 

Simón fue el mejor contra Banfield y no jugó con Arsenal: Demichelis explicó que creyó conveniente rodear a Enzo Pérez con De la Cruz y Palavecino. (Foto: Getty).

Simón fue el mejor contra Banfield y no jugó con Arsenal: Demichelis explicó que creyó conveniente rodear a Enzo Pérez con De la Cruz y Palavecino. (Foto: Getty).

Preocupación que terminó de quedar expuesta anoche con Arsenal. Llamativamente, Demichelis desarmó lo que había funcionado ante Banfield y volvió al esquema con dos extremos pero esta vez con otro nueve (Beltrán) y sin una rueda de auxilio para Enzo Pérez (Nacho Fernández no siente esa función). River sufrió, se transformó en un equipo largo, cubrió mal los espacios y Arsenal lo venció. 

La pregunta que todos se hacen es: ¿Demichelis cambia en función de River porque aún no termina de encontrar la forma de su equipo? ¿O modifica según el rival y el partido que imagina del contrincante?