Sin prisa pero sin pausa. Gonzalo Martínez sabe que el tiempo no es su mejor amigo por estos días y que dentro de su cabeza seguramente hayan muchas cosas, pero el Pity solo se enfoca en recuperarse al 100% para volver a vestir el Manto Sagrado y retomar ese sueño que persigue desde hace rato: ser el único jugador de River en ganar tres Copas Libertadores.
Ya pasaron tres meses y medio desde la lesión del delantero en la pretemporada de River en Estados Unidos que sacudió a todos los hinchas. Rotura de ligamentos cruzados de la rodilla izquierda y otra vez a remarla desde atrás. A los pocos días, el 23 de enero, pasó por el quirófano en Barcelona en la clínica del doctor Ramón Cugat, el mismo que lo había operado de esa misma lesión (pero en la otra rodilla) cuando jugaba en Arabia Saudita.
A partir de ahí, comenzó un largo camino de rehabilitación cuya bandera a cuadros recién aparecerá entre fines del mes de octubre y principios de noviembre. Es ahí donde el cuerpo médico de River proyecta que el Pity pueda volver a jugar de manera oficial: no quieren acelerar ningún proceso ni saltear ninguna etapa de recuperación.
El contrato del Pity Martínez termina el 31 de diciembre, por lo que una vez que reciba el alta médica deberá sentarse a negociar su continuidad.
Así viene la rehabilitación del Pity Martínez
Lejos de estar a un lado del plantel por la lesión, el Pity comparte mucho tiempo junto a sus compañeros a la par de los entrenamientos. Viajó a la final con Estudiantes en Córdoba y también al superclásico con Boca, mientras en paralelo realiza trabajos de tren inferior y superior en el gimnasio, por ahora sin contacto con el césped.
Una vez que los valores de fuerza muscular comiencen a darle correctamente y los médicos levanten el pulgar, el utor del tercer gol en 2018 en Madrid pasará a la siguiente etapa en el campo de juego y que lo tendrá con los primeros trotes livianos para ir progresando poco a poco.
Aún falta un largo camino por recorrer, pero los hinchas saben que el Pity no va a bajar los brazos ni dejará que una nueva lesión lo aleje de su sueño de triunfar nuevamente con el Manto Sagrado. Por eso el fin de año, pase lo que pase, traerá seguramente la buena noticia de su recuperación, si todo sale según los plazos establecidos.