Martín Demichelis entendió que los habituales titulares venían de un desgaste importante en los últimos partidos y por eso ante Barracas Central mandó a la cancha un equipo con gran mayoría de suplentes. Lo llamativo, además de los nombres, fue el esquema utilizado: un 5-3-2 con dos atacantes de área que no supieron complementarse bien. El rendimiento general fue malo, aunque ya en la segunda mitad con el ingreso de algunos habituales titulares, hubo mejorías. El resultado terminó siendo derrota por 2 a 1 ante el equipo del Huevo Rondina.
El entrenador consideró que era el momento de darles descanso a los habituales titulares, la gran mayoría fue al banco de suplentes y algunos -Barco y Casco- ni siquiera concentraron. El equipo que salió a jugar ante Barracas tuvo a Armani y Enzo Díaz que suelen ir desde el arranque y también a Miguel Borja, que si bien suele ser suplente de Beltrán, es de los jugadores que más minutos suele sumar.
No es casualidad que los puntos más altos de River fueron justamente Armani, Enzo Díaz y Miguel Borja -cuando salió Rondón y quedó como único delantero de área-, aunque también hay que destacar que Agustín Palavecino, Andrés Herrera -muchas veces titular- y Jonatan Maidana cumplieron un partido correcto y que no tuvieron grandes problemas, de hecho, Palavecino no brilló, pero mostró rebeldía para ir a buscar el resultado.
Los que no aprovecharon su chance
Es injusto intentar analizar un partido en un contexto como el del sábado pasado ya que el equipo que salió a la cancha no suele jugar junto, se utilizó un esquema que nada tiene que ver con el habitual y la falta de continuidad hace que el futbolista no pueda brillar. Extraño hubiese sido que River sea una máquina en el contexto en que jugó ante Barracas Central. Pero es cierto que hubo jugadores que no tuvieron una buena tarde y que no pudieron aprovechar sus minutos: los casos más claros son los de Salomón Rondón, Elías Gómez y José Paradela.