River y Fluminense se verán las caras el próximo miércoles 7 de junio en un Monumental repleto y con una capacidad récord, de 86 mil espectadores, en un partido que tiene clima de final anticipada. Al menos para el equipo de Martín Demichelis, que está obligado a ganar si quiere seguir dependiendo de sí mismo para clasificar a los octavos de final de la Copa Libertadores. Será una suerte de mano a mano, que culminará en la última jornada recibiendo a The Strongest, también en Núñez.

El Millonario no la pasó bien en su última visita al Maracaná, donde cayó goleado por 5 a 1 y terminó siendo superado por Fluminense, durante gran parte del segundo tiempo con un hombre menos y una defensa desarmada por los cambios previos de Demichelis. Una noche totalmente olvidable, en la que a River no le salió absolutamente nada.

Más allá del momento que atraviesan los dos equipos en la Libertadores, la previa del próximo encuentro en el Monumental marca una realidad completamente diferente. Es que Fluminense perdió la punta del torneo y no solo eso: acumula una seguidilla de malos resultados y cinco partidos sin poder anotar. Y para colmo, esta noche cayó ante el clásico rival y quedó a mitad de camino en uno de sus objetivos.

Con goles de Giorgian De Arrascaeta y Gabriel Barbosa, Flamengo venció 2-0 a Fluminense en el encuentro de vuelta por los cuartos de final de la Copa do Brasil y cumplió con el doble objetivo: clasificar a semis y vencer a su eterno rival. De esta manera, Fluminense llegará golpeado al Monumental luego de una dura derrota, la cuarta de manera consecutiva. Un partido que puede dejar secuelas y que el Millonario tiene que aprovechar.