Corría mayo del año 2004 y River debía enfrentar a Boca en la Bombonera por el Clausura. El Más Grande venía con un buen invicto en la casa del eterno rival ya que había igualado 1 a 1 los superclásicos del 2000 y del 2001, ya en 2002 había goleado por 3 a 0 y en 2003 fue igualdad 2 a 2. Por aquel entonces dirigía al Millonario un símbolo de la casa: el Negro Astrada, que estaba atravesando su primer semestre como entrenador.

Astrada puso desde el arranque para enfrentar a Boca por la decimocuarta jornada del Clausura 2004 un equipo de gala conformado por: Germán Lux; Ariel Garcé, Horacio Ameli, Eduardo Tuzzio, Ricardo Rojas; Claudio Husaín, Javier Mascherano, Luis González, Marcelo Gallardo; Fernando Cavenaghi y Marcelo Salas. Pero ese equipo duró apenas siete minutos en cancha ya que Salas sintió una molestia y el Negro mandó a la cancha a Maxi López.

Maxi López cambió el partido. Tuvo un rendimiento superlativo y quedó en el recuerdo por su duelo personal con Rolando Schiavi, un defensor fuerte que en esa oportunidad no pudo controlar al atacante riverplatense. El superclásico quedó en manos de River gracias a un gran gol de Fernando Cavenaghi de cabeza, pero lo más recordado será la actuación individual que hizo que meses más tarde Barcelona ponga los ojos en él y lo compre por seis millones de dólares.

Maxi López en Barcelona.

Maxi López en Barcelona.

¿Qué dijo Maxi López sobre ese clásico?

“Jugué en 13 equipos, tuve distintos momentos, fui muy feliz en River, porque soy hincha. Fui feliz en Barcelona, porque fue en una buena época del club. También en Italia, en Torino, en Catania o en Sampdoria. Estuve poco en River, me hubiera gustado jugar un poco más. Mediáticamente fue el partido contra Boca en la Bombonera en el 1 a 0 de Cavenaghi que me consagró en Argentina, para mí fue el más importante de mi carrera. El Flaco Schiavi dijo que ese partido me vendió al Barcelona.”, afirmó López en diálogo con Fox Sports en 2020.