Juan Román Riquelme fue un gran jugador de fútbol que durante años visitó la camiseta de Boca y, tras algunos conflictos con la dirigencia -en su etapa como futbolista, sobre todo- decidió meterse en la política del club y junto a Jorge Amor Ameal conducen los destinos del rival de toda la vida. Si bien como jugador se destacó, en su faceta dirigencial deja mucho que desear. Declaraciones desafortunadas, chicanas sin sentido y la búsqueda de ventaja son algunos de los acontecimientos desafortunados de su gestión.
Es cierto que hace años que la chicana en los superclásicos ya no se toma bien. Si uno recuerda la década del 90 o el comienzo de los 2000, era habitual que Ramón Díaz y Mauricio Macri crucen declaraciones picantes, pero se entendía que era parte del folklore. Ya en los tiempos que corren y con el avance de las redes sociales y los acontecimientos violentos, la gente no tolera la chicana sin sentido y Juan Román Riquelme es un experto en la materia.
Elogios de Riquelme a Ortega
“Cuando yo era futbolista, quería que Ortega jugara siempre porque me tocaba verlo de cerquita. Disfruto del juego”, afirmó el vicepresidente de Boca en diálogo con ESPN. Una reflexión coherente ya que verlo a Ariel Ortega en cancha era verdaderamente un placer. Un futbolista diferente que era capaz de hacer maravillas. Cabe recordar que el último superclásico en que se enfrentaron fue por el Clausura 2010 que quedó en manos de River por 1 a 0 gracias al gol de Joni Maidana.
La búsqueda de la ventaja, una fija en Riquelme
“Quizás los organizadores podrían haber visto la fecha de la semifinal para que los clásicos se jugaran en otra semana, pero es lo que tocó y estamos muy felices de tener el problema de si vamos a llegar más cansados a la vuelta de semifinal o si River va a llegar más descansado que nosotros. No pasa nada, lo disfrutamos”, dijo Riquelme.