Si hay un ídolo de River que no tiene pelos en la lengua es el Beto Alonso y así lo fue siempre. Dueño de un talento impresionante, es un prócer para el pueblo riverplatense que lo ama y eso aplica a todas las generaciones. Es esperable que aquellos que tengan más de 50 lo adoren porque lo vieron jugar, pero los más chicos también lo aclaman y eso es porque su magia trascendió generaciones y su amor por el club es infinito.

El exabrupto del Beto

El prócer de River estuvo en el Monumental para ver el partido contra Instituto por la fecha 21 de la Liga Profesional en lo que terminó siendo victoria del Más Grande por 3 a 1 gracias a los goles de De La Cruz, Nacho Fernández y Lucas Beltrán. Cuando terminó el partido salió y encontró con una cantidad impresionante de hinchas que lo saludaban, uno de ellos le pidió, entre risas, un saludo para Juan Román Riquelme y el Beto respondió fiel a su estilo: “Que me la chupe”.

El día más glorioso del Beto

Norberto Alonso vivió momentos inolvidables con la camiseta de River, pero si hay uno verdaderamente que lo marcó a fuego para la eternidad fue el día -el 6 de abril de 1986– en que anotó dos goles para vencer a Boca en la Bombonera por 2 a 0, uno de ellos con la mítica pelota naranja. Aquella tarde, el Millonario dio la vuelta olímpica en la casa del rival de toda la vida.