Matías Almeyda viene de conseguir su primer título de liga en el fútbol europeo bajo la conducción técnica del AEK de Atenas. Más allá de estar cómodamente instalado en Grecia, disfrutando de las mieles del éxito, no puede olvidarse de sus raíces. Por eso, a pesar de las distancias y hasta las diferencias horarias, el DT campeón no le pierde pisada a la actualidad del Más Grande, que marcha puntero en la Liga Profesional.

El Pelado se mostró feliz por el presente del Millonario y también por la rápida adaptación de Martín Demichelis: “River está espectacular, me pone contento porque no era fácil agarrar después de Gallardo, con un estilo diferente de juego, manteniendo seriedad; creo que es bueno, se lo ve tranquilo, que trata de desarrollar un lindo fútbol. Con todo esto del estadio terminado, es magnífico verlo. Tenemos amigos en común con Demichelis, le deseo lo mejor”, indicó en diálogo con Radio La Red.

Por su parte, recordó su último paso como entrenador del Más Grande y adelantó que le parece muy difícil volver a tener una etapa como DT de River: “Todo saben el cariño que tengo por River y excede a cualquier cosa, va a estar en mi corazón para siempre. Yo vivo la vida y el fútbol de una manera especial, por eso fui girando por el mundo buscando felicidad. Creo que mi tiempo tuvo que estar ahí, lamentablemente para mí, porque me hubiese encantado poder disfrutar otra cosa, como retirarme con un partido como hicieron muchos, pero me tocó eso. No lo puedo modificar. Alguno se tiene que sacrificar siempre, pero creo que lo que tuve que dar en River ya lo di”, reconoció.

Consultado por el homenaje y el reconocimiento a los campeones de la Copa Libertadores 1996, el Pelado lamentó no haber formado parte de la lista de invitados: “El cariño que puede recibir uno es como hincha. Después los clubes tienen dirigentes. Si un hincha hubiera organizado una fiesta con los campeones de la Libertadores, yo creo que un hincha se acordaría de quiénes fueron los campeones. Hoy, con la tecnología que hay, te salen todos los nombres”, manifestó.

Además, explicó por qué no forma parte del trapo de los ídolos históricos del club y cuál es su sentimiento con respecto a eso: “Yo no quiero estar en ninguna bandera, si no estoy es porque no se siente. Yo lo que le tuve que dar a River se lo dí y lo que River me tuvo que dar, me lo dio. Después está en cada uno, el que se acuerda bien y el que no, más o menos. Me pone contento cómo lo han mejorado a River, cómo está el predio de Ezeiza, veo ese Monumental que está a nivel mundial, como uno de los mejores estadios del mundo”, señaló el Pelado. Y cerró con una frase contundente: “A mi me queda el cariño que le tengo y yo le di amor, le di mi pasión a River”.

El vínculo con Cirigliano

Más allá del aspecto deportivo, Matías Almeyda siempre se caracterizó por ser un técnico cercano a los jugadores desde el costado más humano. Y uno de los mejores ejemplos fue lo que sucedió con Ezequiel Cirigliano, cuando terminó detenido. El Pelado fue uno de los primeros que se acercó para tenderle una mano. Hubo, sin embargo, un alejamiento en el último tiempo. Y explicó las razones: “Creo haber hecho todo lo que pude hacer desde lo más profundo de mi corazón; después hay momentos que las personas deciden con quién quieren estar. Me puse a disposición y todos tenemos nuestra vida y problemas. Me di cuenta en un momento que era incómodo y me abrí un poco. Le deseo siempre lo mejor. Él tiene mi teléfono y siempre está disponible para lo que sea”, reveló.