Probablemente el momento más emotivo de la noche de River ante Sarmiento se dio a falta de diez minutos para el cierre del encuentro. En ese momento fue cuando Martín Demichelis llamó a Matías Suárez para mandarlo a la cancha tras varios meses de inactividad. Matías tiene una clase impresionante y ya en la primera que tuvo avisó. El cordobés sumó muy buenos minutos ante Sarmiento en su regreso y los hinchas se ilusionan.

Una vez finalizado el encuentro dialogó en zona mixta y realizó un balance de su vuelta a las canchas: “Muy contento y muy alegre por volver a jugar, amo jugar al fútbol, he luchado todo este tiempo con la rodilla. Le quiero agradecer a mis compañeros, al cuerpo técnico y a mi familia que siempre me apoyan. Quiero poder estar y acompañar a mis compañeros desde el lugar que me toque y siempre darlo todo”.

Por el momento sé que todavía no puedo arrancar un partido, pero voy a ir sumando minutos. Martín me apoya en todo eso, ojalá en algún momento pueda acompañar a mis compañeros. Cuando estoy en el banco me pongo nervioso y se complica un poquito más. Ojalá pueda jugar mucho más tiempo”, afirmó Matías. El atacante sabe que tiene que ir de a poco para no resentirse de su lesión.

“Todos los chicos que estamos afuera siempre acompañamos y tenemos que estar disponibles para ayudar al equipo cuando nos toque”, dijo Matías y luego le agradeció al cuerpo técnico y a sus compañeros: “Estoy totalmente agradecido a Martín, a todos mis compañeros, al club, a los que viajan con nosotros porque todos se ponen muy feliz. Siento el apoyo y ojalá le pueda devolver a mis compañeros todo lo que me dieron dentro de la cancha”.

“Estaba nervioso, hacía mucho que no jugaba. Parecía como que debutaba y cuando no tenga esa ansiedad me voy a quedar en mi casa”, afirmó el 7 de River y además agregó: “Recibí muchos mensajes de muchos compañeros que me ha tocado compartir, más allá de todo esto somos personas y es lo que trato de dejar, es lo que me enseñaron mis viejos”.

¿Pensó en bajar los brazos?

“Uno por ahí cuando está afuera de la cancha y la sigue peleando, pero te levantás con bronca y con dolor y uno piensa en quedarse en su casa, pero me ganan las ganas de estar y de jugar y de devolverle a mis compañeros y a la gente de River para seguir en pie, ojalá le siga dejando muchas cosas”, concluyó el delantero cordobés que afortunadamente no bajó los brazos y se mantuvo firme y con la convicción de volver.