El Millonario dejó una imagen negativa desde el punto de vista futbolístico en San Juan, pero llegó al empate sobre la hora contra San Martín y logró el triunfo en la definición por penales.
La llegada de Ariel Rojas implica un salto de calidad en el medio campo. River podrá disfrutar de un volante capaz de poner un pase gol como también de hacer relevos y brindarle claridad al circuito de juego. Su regreso, más allá de lo positivo, obligará a que Marcelo Gallardo le dé retoques a la estructura que trabajó durante varias semanas entre enero y principios de febrero, entonces nuevamente el conjunto de Núñez transitará por pasajes de juego flojos, como sucedió esta noche en San Juan.
Si bien la imagen final es positiva porque el Millonario alcanzó el empate sobre la hora y festejó a través de la definición por penalea, la realidad indica que el rendimiento general fue bastante pobre. De ninguna forma es para encender una alarma ni nada por el estilo, debido a que justamente el Muñeco tendrá que ensamblar un funcionamiento acorde a la presencia del Chino. Además, las ausencias de Lucas Alario, Sebastián Driussi, Gonzalo Martínez y Jonatan Maidana tampoco pueden pasar por alto en el análisis.
A River le costó muchísimo desplegar una idea de juego contra San Martín. El primer tiempo fue una suerte de meseta futbolística, sin momentos relevantes y ni siquiera más de un remate por el equipo. ¿La diferencia? Mientras un derechazo de Jorge Moreira -buena cuota de participación para proyectarse- fue desviado por el arquero Luis Ardente, una acción bien elaborada por el equipo sanjuanino con la complicidad de la defensa del Millonario culminó en golazo de Emanuel Dening.
Con un jugador más, River aceleró, careció de variantes, pero tuvo premio a su ambición
La situación de River mejoró en la segunda etapa. Lejos de brillar, supo aprovechar la expulsión de Dening, por doble amonestación, para ejercer el dominio que tantos obstáculos halló en la parte anterior. Creció en la circulación, continuó abriendo la cancha, tuvo paciencia y, a excepción de un tiro libre de Sergio Sagarzazu que dio en el travesaño, evitó riesgos. Sin embargo, chocó contra su falta de ideas, debido a que se repitió en centros, casi todos sin éxito. Nobleza obliga, San Martín se defendió bien ante el aluvión de un Millonario con pocos argumentos aunque ambicioso, capaz de llegar con mucha gente.
Nacho Fernández mostró que puede ser conductor, necesitará socios y opciones de pase siempre
Ignacio Fernández acentuó sus intenciones y encontró socios en diferentes sectores: Ariel Rojas, hasta que fue reemplazado, y el joven Exequiel Palacios (entró en lugar de Tomás Andrade). Por supuesto que Rodrigo Mora también aportó lo suyo porque apareció con mayor frecuencia al punto de ser el autor del 1-1 cuando se jugaba el descuento, justamente asistido por un Nacho lúcido para no quedar en offside y dar el pase indicado. Luego, en la definición por penales, ambos transformaron en gol sus ejecuciones y Augusto Batalla se lució al tapar los tiros de Sebastián Rusculleda y Maximiliano Lugo.
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