Aparecieron varias complicaciones de último momento para Marcelo Gallardo de cara al armado del equipo que enfrentará esta noche a Atlético Tucumán, donde se decidirá el futuro de River en la Copa Argentina y donde se sabrá si finalmente habrá o no un nuevo Superclásico en octavos de final frente a Boca.

La primera señal de alarma llegó el sábado por la noche con Rafael Borré, quien en el empate sin goles frente a Arsenal salió del partido con una molestia en la rodilla izquierda. Si bien durante el correr de las horas nada se agravó y estuvo presente en los próximos entrenamientos realizando tareas leves, el Muñeco evalúa seriamente la posibilidad de preservarlo y sentarlo en el banco de suplentes frente a los tucumanos.

La otra gran preocupación vino de la mano de Matías Suárez, quien finalizó la práctica del martes con una sinovitis en la rodilla derecha y quedó descartado para este partido, ya que fue desafectado de la lista de convocados. El DT debe retocar obligatoriamente como mínimo a parte de la delantera, y una de las variantes que maneja en su cabeza es la inclusión de atacantes juveniles.

Así planteado el panorama, Julián Álvarez podría pasar a jugar unos metros más adelante, acompañado por Federico Girotti como dupla. Y a ellos se les podría sumar Lucas Beltrán en caso que Gallardo apueste por tres delanteros natos, mientras que la otra posibilidad es el ingreso de Jorge Carrascal como extremo izquierdo o como mediocampista ofensivo. De esta manera, River podría formar con: Franco Armani; Gonzalo Montiel, Paulo Díaz, Jonatan Maidana, Fabrizio Angileri; Agustín Palavecino, Enzo Pérez, Nicolás De La Cruz; Álvarez, Girotti y Beltrán o Carrascal.