Los une la sangre, el amor por River Plate y también su capacidad para reinventarse. Sus carreras se pueden englobar en la palabra resiliencia, bastante utilizada hoy en día pero que no aplica en todos los casos que se buscan explicar. En Leandro Peña Biafore y Felipe Peña Biafore encaja a la perfección, porque ambos lucharon como pocos para cumplir su sueño de ser futbolistas de River y en el camino tuvieron que sortear varios obstáculos que podrían haberlos alejado para siempre de su objetivo.

 

 

Compartieron pretemporada en Reserva, estuvieron al mismo tiempo en el banco de suplentes y hasta uno llegó a entregarle la cinta de capitán al otro, pero todavía nunca se habían alineado los planetas para que pudieran jugar juntos y eso cambió este 20 de julio. ¿Por qué es tan especial este hecho? Porque Felipe dejó atrás tres roturas de ligamento cruzado (la última jugando en Primera, cuando empezaba a convertirse en pieza fundamental para Gallardo) y Leandro también sufrió la misma lesión en marzo de 2021, por lo que ambos llevaron adelante su recuperación en simultánteo durante los últimos días del año pasado. Se sostuvieron entre sí en la adversidad, como hermanos que son.

 

Hace algunas semanas, Felipe recibió el alta médica de su última lesión y antes de ser expuesto al roce de Primera División, Gallardo creyó conveniente que sumara algunos minutos en Reserva. Disputó un tiempo en los partidos con Unión y Huracán (en ambos, fue reemplazado por su hermano), descansó con Godoy Cruz, fue titular ante Vélez (Leandro se quedó en el banco) y hoy frente a Gimnasia de La Plata se dio el ansiado estreno para los hermanos compartiendo cancha al mismo tiempo.

Con la expulsión de Lucas Monzón la fecha pasada, Jonathan La Rosa decidió que Felipe sea el primer marcador central y Leandro el segundo esta mañana en Estancia Chica. Así, aquello que tanto imaginaron desde pequeños y que parecía haberse puesto en jaque por las desafortunadas lesiones de ambos, se hizo realidad en el triunfo 3-1 sobre el Lobo con doblete de Flabián Londoño y uno de Franco Alfonso.

Además, fue la primera vez desde la última rotura de ligamentos que Felipe completó los 90 minutos en Reserva, señal de que su regreso al plantel profesional está cada vez más cerca de concretarse. Y quién te dice, quizás su vuelta a Primera venga acompañada en el mediano plazo también por la subida de su hermano.