Martín Demichelis asumió como director técnico de River en noviembre y recién pudo comenzar a trabajar con el plantel en diciembre. Tras una pretemporada que estuvo dividida en dos etapas –la primera en San Luis y la segunda en Estados Unidos- se comenzó a ver cómo quiere que juegue su equipo. Si bien todavía hay muchas similitudes con lo que mostraba el equipo de Gallardo, en algunos aspectos ya se observa claramente el sello de Demichelis.
Hasta el momento River disputó tres partidos oficiales y cuatro amistosos formales bajo el mando de Martín Demichelis. En algunos partidos los laterales jugaron más por adentro y los extremos fueron los encargados de abrir la cancha, en otros los laterales fueron los que llegaron hasta el fondo, hubo momentos de los partidos en los que jugaron dos delanteros de área y otros en los que solamente jugó uno con dos extremos por los costados. Solari mismo jugó bien abierto por derecha en algunos partidos y en otros se cerró para ser un segunda punta.
De eso se trata el fútbol moderno, de no fijar posiciones y de cambiar durante el partido. Dos jugadores que se vieron beneficiados –en cuanto a lo posicional- desde la llegada de Martín Demichelis fueron José Paradela y Esequiel Barco. El ex Gimnasia llegó al club en 2021 y tuvo pocas oportunidades y salvo excepciones no se destacó, es cierto que tampoco tuvo la chance de mostrarse sostenido en el tiempo y que en la mayoría de los partidos entró a jugar casi como un extremo.
Barco arribó al club en 2022 a préstamo por dos años y con una opción de compra que ronda los siete millones de dólares. Las expectativas eran muchas y si bien tuvo bastantes oportunidades, con el correr de los meses se fue apagando. No es que Barco tuvo actuaciones negativas, pero tampoco aportó las soluciones que se esperaban de él y por eso se desinfló, aunque con la llegada de Demichelis empezó a mostrar otra cara.
Los cambios que los ayudaron
Es cierto que todavía no se jugaron muchos partidos y por eso sentenciar que son jugadores clave para River es algo apresurado, pero también es verdad que mejoraron considerablemente sus rendimientos respecto al año pasado. El cambio determinante que ayudó a que eso sea así es que Demichelis los ubica como volantes internos y no como extremos, por ende ambos tienen más chances de tener contacto con la pelota y lastimar, ya sea con un remate desde afuera del área o con un pase filtrado, además se pueden asociar mejor con sus compañeros.