Argentina es campeón del mundo y eso se debe a múltiples factores: el gran grupo que se formó, la conducción impecable de Lionel Scaloni junto a un cuerpo técnico preparado y con experiencia en la Selección, y lógicamente todo el talento de los futbolistas. La final ante Francia fue gloriosa y para el infarto, tras comenzar ganando 2 a 0 y jugando un gran fútbol, sobre el final Francia igualó y mandó el partido a la prórroga. En el tiempo extra Argentina volvió a ponerse en ventaja pero sobre el final volvieron a igualar los europeos. En los penales fue ampliamente superior la Albiceleste y se quedó con el trofeo más ansiado.
En la Selección Argentina hubo muchos puntos altos y en todas las líneas. Dibu Martínez fue determinante, los laterales estuvieron muy bien, los centrales fueron gladiadores, en la mitad de la cancha se formó un triángulo perfecto conformado por Rodrigo De Paul, Enzo Fernández y Alexis Mac Allister. En la ofensiva estuvo el mejor de todos los tiempos acompañado por un Julián Álvarez intratable. Por otro lado los que entraron también lo hicieron muy bien y por eso Argentina es campeón del mundo con justicia.
El Mundial de Julián Álvarez fue consagratorio. Comenzó como suplente de Lautaro Martínez y tras muy buenos ingresos ante Arabia Saudita y México, ya para el partido ante Polonia se ganó la titularidad y no la perdió más. Anotó un golazo impresionante ante Polonia en el tercer partido del Grupo C, además se anotó en la red en octavos contra Australia luego de presionar el arquero rival y en semifinales se despachó con dos goles ante Croacia. En la final realizó un desgaste pocas veces visto que impidió salir con tranquilidad al fondo francés.
El augurio del cordobés
En la previa del Mundial el sitio oficial del Manchester City le realizó una entrevista al ex delantero del Más Grande que brilla en el equipo de Pep Guardiola. Al ser consultado sobre cuál es su momento favorito de la historia de los Mundiales, la Araña contestó con gran humildad y también con un deseo muy grande: “El que viene, je. Esperemos que sea el que viene”. Y así fue, Argentina se consagró campeón del mundo por tercera vez en su historia con un Julián Álvarez espectacular.