El 8 de octubre de 2012 hacía tan solo unos meses, River había conseguido volver al lugar de donde nunca debió haberse ido y el equipo que por entonces dirigía Matías Almeyda estaba en pleno proceso de reestructuración. Pero por ese entonces River fue noticia en el mundo y no por un hecho futbolístico sino por sus hinchas, quienes fueron los protagonistas que una bandera de 7829 metros de largo por 4,5 metros de ancho recorra el trayecto que unen las intersecciones de Figueroa Alcorta y Tagle con el estadio Monumental.

La idea surgió entre varias agrupaciones, que creyeron posible ingresar al libro de los récords Guinness y la manera de hacerlo sería mediante una bandera de casi ocho kilómetros de extensión. Para eso les pidieron a los hinchas que donen tela, y así lo hicieron los fanáticos de River que sin dudarlo aportaron su granito de arena para que entre todos los pedazos se pueda generar la bandera de tal magnitud.

Y llegó el día en que la bandera recorrería las calles, pero no fueron unos pocos hinchas los que desfilaron con la gran protagonista, fue una caravana interminable que se estima que superó las 150 mil personas. Aquel 8 de octubre el plantel profesional no jugaba ningún partido, la gente salió a la calle por el simple hecho de ser de River, por estar junto a aquellos que acompañaron al equipo en un mal momento, por quienes se sienten identificados con un club que más de una vez les alegró cuando más lo necesitaron. La muestra de cariño fue tan grande que desde Alcorta y Tagle –donde estuvo ubicado el estadio donde River jugó entre 1923 y 1937- hasta el Monumental, el flujo de gente fue incesante. Toda la ciudad estuvo teñida de blanco y rojo, a tal punto que sin estar previsto se tuvieron que abrir todas las tribunas del Antonio Liberti para que la gente pueda ingresar: las cancha se llenó (y quedó gente afuera del estadio) y la bandera se paseó por la pista de atletismo.

 

La bandera llegó a la pantalla grande

En 2013, se estrenó “Esos colores que llevás”, la película que mostró el proceso en el que se gestó la bandera, desde sus inicios hasta la caravana con la que el hincha de River mostró una vez más la fidelidad que tiene para con el club. El Luna Park fue el escenario elegido para la proyección de la película y como no podía ser de otra manera, el recinto estuvo colmado.