La racha de lesiones ya viene acumulando varios futbolistas en River: Esequiel Barco, Javier Pinola, Julián Alvarez, Juan Fernando Quintero, Jonatan Maidana fueron los últimos que cayeron. Esta tarde, justo antes del inicio del partido ante Atlético Tucumán, Gallardo tuvo que dejar afuera a Nicolás De La Cruz, quien ni siquiera estuvo sentado en el banco de suplentes. Y durante el segundo tiempo el que encendió las luces de alarma fue Enzo Pérez.
El capitán de River sintió una molestia en el isquiotibial derecho y pidió el cambio cuando iban 30 minutos del segundo tiempo. Enseguida fue reemplazado por Bruno Zuculini y una vez que se sentó en el banco, al mendocino le colocaron una bolsa de hielo en la zona afectada. Los gestos que hizo sumando a que se tocaba el músculo que le dolía generó máxima preocupación en el cuerpo técnico y en el cuerpo médico pensando en el apretado calendario que hay por delante.
Finalmente, durante la conferencia de prensa, Marcelo Gallardo intentó transmitir un poco de tranquilidad respecto a la situación de Enzo Pérez. “Es una fuerte contractura”, fue la primera respuesta del Muñeco ante la consulta sobre qué le había pasado al capitán. “Por lo menos no llegó a sufrir una lesión muscular. Vamos a ser pacientes en estas horas para ver cómo se va recuperando, pero al menos eso es lo que me dijeron por el momento”, agregó el DT.
¿Podrá jugar Enzo ante Colo Colo?
Si bien el primer diagnóstico no advierte una lesión muscular, la idea del cuerpo médico es aguardar la evolución de las próximas horas porque si amanece el lunes con dolores posiblemente le hagan una ecografía. Si merma el dolor, en el entrenamiento que habrá por la tarde en el River Camp, Enzo tendrá una jornada sin mucha exigencia. Pensar si podrá jugar el miércoles frente a Colo Colo por la Copa Libertadores aún es prematuro.
Primer habrá que esperar cómo se siente y, en caso de que esté mejor, también habrá que aguardar la decisión de Gallardo para saber si arriesga al capitán del equipo o si prefiere cuidarlo teniendo en cuenta que el fixture no da descanso: podrían ser nueve partidos en los próximos 30 días. Forzarlo y que se produzca una lesión más grave podría dejar al jugador afuera hasta el próximo semestre.