Hubo una época en el fútbol argentino en que los arqueros se habían transformado también en goleadores. José Luis Chilavert fue el gran referente en ese sentido, pateando y convirtiendo penales y también tiros libres. Otro tanto muy recordado es el que Carlos Bossio le convirtió de cabeza a Racing cuando atajaba para Estudiantes. Y en River se anotó en la lista Roberto Bonano, quien se sacó las ganas y se desquitó con un penal que le convirtió a Chilavert, quien luego intentó desmerecer el remate de Tito diciendo que "le pegó con un diario". "Era el suplemento del domingo porque estaba bastante gordito y entró", le respondió el arquero millonario.

En el plantel actual, River también cuenta con un arquero goleador. Enrique Bologna, quien será nuevamente titular esta noche frente a Banfield, tiene siete goles convertidos en su carrera, todos de penal. La costumbre comenzó cuando fue a Perú y defendió el arco de Alianza Lima: festejó en cuatro oportunidades. Después también se dio el gusto de marcar un penal en un clásico entre Banfield y Lanús, que tuvo que patear dos veces porque en el primer intento Caranta se adelantó y se lo atajó. Y sus últimos dos gritos fueron con el buzo de Unión.

A pesar de esos antecedentes, Bologna ni se imagina pateando un penal con el buzo de River. "Hace muchísimo que no hago un gol, pero acá hay pateadores excelentes, no tengo ni media chance. Y está muy bien", le comentó entre risas el Beto a La Página Millonaria durante la entrevista en la que también habló de Gallardo, Armani, su ídolo y su familia.

-¿Pero seguís practicando penales en los entrenamientos?

-Sí, nos ponemos a patear, pero es otra cosa, más como un juego. Distinto era cuando sabía que me iba a tocar patear en los partidos. Se dio por circunstancias que los que pateaban estaban sin confianza y yo estaba feliz de la vida por hacer un gol.

-¿Se siente igual hacer un gol que atajar un penal?

-Yo siento lo mismo. Hacer un gol es una sensación hermosa, pude experimentar eso de pararse en el punto penal y enfrentar al arquero... Es una sensación muy diferente, se te achica el arco. Y atajar un penal es hermoso también porque tenés más chances de perder que de ganar.

-¿Entonces, si hay penal para River, no vas a pedir patearlo?

-Noooo, ja, ja, ja.