“Si alguien me dice Enrique, no respondo. Capaz algunos me llaman Quique y me doy vuelta, pero para todos soy Beto”. Por más que en todas las planillas figure como Enrique Bologna, el arquero de River hace años que adoptó la abreviación de su segundo nombre, Alberto. Así lo conocen todos y es como le gusta que lo llamen al responsable de cuidar nuevamente el arco de River. Justo será en la visita a Banfield, el club donde se formó y donde también tuvo que cultivar la paciencia para esperar su oportunidad. Cristian Lucchetti era un indiscutido en el Taladro y el Beto recién pudo debutar en Primera pocos días después de su cumpleaños número 25. “Lo mejor siempre es la continuidad para encontrar una regularidad, es para lo que uno se entrena. Pero hay que estar preparado para cuando llega la oportunidad y demostrar que uno está a la altura del club y de lo que exige el equipo”, le comenta el arquero de 38 años a La Página Millonaria.

Ante Godoy Cruz, el sábado pasado, Bologna disputó su décimo partido en River, club al que llegó a mediados de 2016. Se había ido Barovero y recibió el llamado de Gallardo para sumarse como una alternativa cuando el Muñeco había apostado por Augusto Batalla. Tuvo una pequeña continuidad a fines del 2017 después de un flojo momento de Germán Lux, que le permitió ser el arquero en la final de la Copa Argentina ante Atlético Tucumán y luego llegó Armani para que las esperas se hagan más largas. Partícipe ya de siete títulos en Núñez, el arquero tendrá otra oportunidad mañana frente a Banfield después de haber sido clave en Mendoza con el penal atajado para salvar la victoria. “Entrenamos para que pase lo que pasó el otro día. Por la satisfacción personal de saber que el esfuerzo vale la pena”, confiesa sobre el sentimiento que lo invadió luego del triunfo.

-El día de la despedida de Barovero estabas en el arco de Gimnasia. ¿En ese momento era una utopía pensar que pocos días después te sumarías a River?

-Yo digo que siempre hay que soñar. Pero te cuento algo que va a parecer raro: yo tenía una corazonada, no había ningún indicio, pero había una ilusión, una esperanza, algo… Yo había tenido buenos años en Banfield, después fui a Gimnasia y me preparé para hacer lo mejor en ese partido. Perdimos, pero me sentí bien. Y cuando recibí el llamado, te sorprende, pero también era un premio a lo que venía haciendo esos años. Fue una felicidad enorme. Yo lo sentía y se ve que las ganas fueron tan fuertes que parece que lo llamé.

-¿Cómo fue el primer contacto con River?

-Recibí el llamado…

-¿De quién?

-De Gallardo.

-¿Nadie te había adelantado nada? ¿Sonó el teléfono y era él?

-¡Sí! Me preguntó si tenía ganas de ir a River. Fue impactante, pensaba que era una joda, pero enseguida caí en que era verdad.

-Y después de más de cuatro años jugando tan poco, ¿pensaste en irte a otro club donde pudieras tener más continuidad?

-Obvio que por momentos uno lo piensa porque el ideal es jugar todos los fines semanas, pero entiendo la situación actual, dónde estoy y quién está atajando. Por eso lo acepto. 

-¿Tuviste ofertas para irte?

-Sí. Eso también te hace sentir bien. Me han llamado de varios clubes, pero no es fácil de irse de River. No es fácil llegar como para después decir “me voy”. Por eso sigo acá mientras el cuerpo técnico siga confiando en mí. El puesto es así, ésa es la parte más complicada. Se trabaja mentalmente también, te preparás para esos momentos. Dar lo mejor de sí sin presionarte para que no te juegue en contra. Y disfrutar el momento que te toca.

-¿Armani es el mejor arquero con el que compartiste un plantel?

-Sí, es lejos el mejor. No te voy a decir lo que se ve en la cancha todos los fines de semana, pero él se entrena para que pase eso, se preocupa mucho por los entrenamientos, te da gusto estar con él porque lo que le pasa no es casualidad.

-¿Qué cualidad lo diferencia del resto?

-No se rinde nunca, es muy rápido y se ubica muy bien en el arco. Pareciera que nunca le van a hacer un gol.

La razón de los pantalones largos

Uno de los detalles que diferencia a Bologna es su vestimenta: siempre se lo ve atajar con pantalones largos, una costumbre que algunos arqueros suelen tener. Y en el caso del Beto, el motivo está relacionado directamente con un arquero al que admiraba. “Nacho González era mi ídolo y entonces yo me vestía como él”, le asegura el arquero a La Página Millonaria. “Desde los 12 años y jugaba en el baby fútbol que utilizo pantalones largos, siempre me resultó cómodo y los seguí utilizando”, agrega y cuenta un detalle de su look en Mendoza, la semana pasada: “Ojo, contra Godoy Cruz tenía el pantalón corto… pero con una calza larga abajo, ja”. 

 

El posteo familiar reclamando igualdad

La semana pasada, Bologna compartió en Instagram un posteo que había realizado su esposa sobre una anécdota familiar con sus hijos, donde hacía hincapié en la igualdad. “Me escribieron muchos agradeciendo porque se sienten identificados. Hay personas que no se dan cuenta que no solo con palabras sino con actitudes hacen cosas que te duelen. Por eso, la igualdad más que nada hacia la mirada de uno y otro. Mi mujer, a raíz de algo que pasó, escribió eso. Hoy estamos súper bien con Gianluca. Ya tiene 8 años, fue complicado al principio porque no teníamos ni idea de lo que estábamos pasando, una experiencia que muchos piensan que es un sufrimiento o una lucha… Al principio por ahí sí porque no sabés qué hacer, cómo ayudarlo. Era nuestro primer hijo. Pero hoy verlo bien a él junto a Stéfano y Giovana, que son los más chicos, es nuestra felicidad”.