River cayó 0-1 frente a San Martín, de San Juan, cuyo planteo sorprendió al conjunto que dirige Gallardo. Pese a intentar la igualdad hasta las últimas consecuencias, esta vez no alcanzó para rescatar un empate y la punta quedó a seis unidades, con un partido pendiente contra Defensa y Justicia.
Dolió, aunque mucho menos que lo habitual, amén de la ambición ganadora que hay. La alegría del Monumental estaba destinada a opacar cualquier resultado, aun si hubiera sido exitoso. Es que el Millonario logró la anhelada Copa Libertadores, entonces Núñez se vistió de fiesta, como tenía que ser. Sin embargo, los tres puntos eran fundamentales para no perderle pisada a San Lorenzo y Boca, los líderes del Campeonato 2015.
Hubo sorpresa. River sufrió un revés inesperado. Un golpe de un rival que, en silencio, suma y suma. Tan sólo cayó cuatro veces en 20 presentaciones. Hoy demostró los motivos. Al Más Grande le costó mucho. Si bien es cierto que exhibió paciencia y un trato prolijo del balón, incluso apelando a Leonardo Ponzio como un central para que fuera salida y al mismo tiempo permitiera el despliegue tanto de Gabriel Mercado como Leonel Vangioni, el orden visitante complicó la premisa.
En ese contexto, River fue superior durante la etapa inicial. La pasó mal en cuatro oportunidades, una de ellas por un error, pero también generó tres ocasiones claras de gol -la principal, un cabezazo levemente desviado de Nicolás Bertolo, tras centro del Piri- para inquietar. Una vez comenzado el complemento, San Martín avisó mediante Facundo Pumpido, que justamente aprovechó su segunda chance para sacar un derechazo inatajable.
La expulsión de Daniel González, por doble amonestación, facilitó la tarea para River. Permitió que Marcelo Gallardo apostara gradualmente con los cambios. Reunió a Leonardo Pisculichi, clave para evitar un tanto sanjuanino de contragolpe, Sebastián Driussi y Gonzalo Martínez, el hombre más desequilibrante y merecedor de la igualdad. No alcanzo, ni siquiera a través de la pelota parada, donde apenas hubo tres cabezazos sobre 14 envíos.
Pese a que hubo posibilidades, faltó precisión frente a la muralla rival. San Martín hasta estuvo más cerca de ampliar la diferencia que de recibir el 1-1. Así, River cayó en casa, algo que en el ámbito local había ocurrido por última vez el 12 de noviembre. Hoy fue inesperado. Sin embargo, Núñez sigue de fiesta y quiere continuar por la senda ganadora. A dar vuelta la página y pensar en Estudiantes de La Plata, el próximo adversario, dentro de tan sólo seis días.
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