El Monumental se pone a punto para que River vuelva a jugar en su casa luego de un semestre haciendo de local en el Libertadores de América –salvo el último partido que lo hizo en el Florencio Solá- y para que la primera etapa de las obras concluya faltan unas semanas. La intención de la dirigencia del Millonario es pedir a la organización de la Liga Profesional jugar como visitante en la primera fecha de la Copa Diego Maradona para terminar de pulir los detalles y que el Monumental esté en su mejor versión para la segunda fecha, que se jugará el fin de semana del 21 de febrero.

Como el campo de juego se bajó un metro y medio, la tierra que se sacó pasó a formar una especie de barranca entre las plateas bajas y los costados del terreno de juego, la segunda etapa de las obras –que todavía no tiene fecha cierta de inicio- será la de bajar las plateas a la altura del campo de juego. Por el momento y para que no se noten las desprolijidades propias de una obra que está en curso, lo que River colocará en ese lugar será una tela mesh donde haya una simulación de cómo quedarían las tribunas una vez que bajen y también habrá sponsors. Cabe destacar que este tipo de telas ya se habían colocado en el River Camp cuando existió la posibilidad de jugar allí por el torneo local, pero la Liga Profesional no lo aprobó porque querían cuidar el producto.
Pero no únicamente se trabajó sobre el campo de juego –pasará a ser híbrido y uno de los mejores del mundo- sino que también se mejoraron los baños de todas las tribunas, se mejoró la visión de los hinchas que concurren a la Centenario alta –ya que se quitó el alambrado-, se hicieron puestos de gastronomía nuevos en las plateas bajas y todas las tribunas contarán con conexión WiFi. La obra costó 177 millones de pesos.