La Rioja recibió al plantel millonario con una fiesta inolvidable por parte de sus hinchas, pero también con condiciones climáticas adversas. Desde las últimas horas de la tarde del martes se desataron fuertes lluvias en toda la región. De hecho, en el momento exacto que llegó el micro de River al hotel se largó un verdadero diluvio. A los fanáticos poco les importó: nunca se movieron del vallado de seguridad y brindaron una bienvenida espectacular.
Más allá del aspecto pintoresco, hay una cuestión que preocupa en el seno del cuerpo técnico y de la dirigencia de River: el estado del terreno. “Esperemos que a pesar de la lluvia, el campo de juego esté bien para mañana”, dijo anoche Patanian en diálogo con Radio Mitre. Sin embargo, las lluvias no cesaron durante toda la noche del martes y continuaron esta madrugada del miércoles. Incluso fueron todavía más fuertes.
Las primeras imágenes del día mostraron un campo de juego con mucha agua, sobre todo en algunos sectores. La parte más afectada por el diluvio es uno de los laterales, el que está más cercano a los bancos de suplentes y a la salida de los vestuarios. Allí se observan grandes espejos de agua. Si bien los cancheros que están drenando el agua acumulada son optimistas y entienden que en cuestión de horas el césped quedará en buenas condiciones, habrá que esperar un terreno blando en los sectores donde se acumuló la lluvia.
El pronóstico del tiempo indica que habrá lluvias fuertes durante gran parte de la mañana del miércoles. La buena noticia es que con el correr de las horas irá bajando la intensidad. A la hora del partido, la probabilidad de precipitaciones va del 40 al 70%. Por eso, desde la organización del torneo trabajarán durante toda la tarde para drenar el agua acumulada y que el terreno de juego llegue en óptimas condiciones a las 19 horas, cuando Fernando Espinoza de el pitazo inicial.