El 20 de febrero del 2002, un Ortega intratable se despachó con cuatro goles frente a Unión, de Santa Fe, en el Monumental, desatando la locura de los fanáticos riverplatenses. Cavenaghi no se quedó atrás, ya que marcó un doblete y selló el 6-0 definitivo.

¿Cómo olvidar sus gambetas? Indudablemente, Ariel Ortega fue uno de los futbolistas más destacados en la historia de River. Desde sus comienzos, el Burrito enamoró a los hinchas con sus goles, enganches, amagues y demás cualidades características de un jugador fuera de serie.

Precisamente hoy, 20 de febrero, se cumplen 14 años de una de sus mejores presentaciones con el manto sagrado. El Millonario recibió a Unión, de Santa Fe, en el Antonio Vespucio Liberti y el ídolo del Más Grande se despechó con un póker de goles de todos colores. ¿El primero? Con un empeine; luego de tres dedos; el tercero, de penal para sellar un hat-trick; el último, a un ángulo de media distancia.

En aquella tarde inolvidable, Fernando Cavenaghi también participó de la goleada marcando un doblete y estableciendo el 6-0 definitivo. Pero sin dudas, todos los ojos estuvieron puestos en Ortega que brindó una función de cómo se juega a este deporte. “La verdad que es algo impagable. Me pone muy contento por haber hechos los goles y haber ganado”, fue la frase del exjugador de La Banda, tras el histórico triunfo. ¡Grande, Ariel!

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+ D’ALESSANDRO: sin desgarro.

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