En la gloriosa historia de River Ramón Díaz ocupa un lugar de privilegio, es considerado ídolo absoluto en Núñez y los hinchas lo aman por lo que hizo como jugador y como entrenador en sus tres ciclos en el club, en cambio José María Aguilar –quien fue presidente de River entre 2001 y 2009- no puede pisar el club hace años, es considerado uno de los peores presidentes de la historia y el hincha guarda un pésimo recuerdo de él.
Ramón había tenido un primer ciclo en River soñado en su primera experiencia como director técnico, el mismo fue desde el 95 hasta el 99 y estuvo marcado por los títulos conseguidos: la Copa Libertadores de 1996, la Supercopa de 1997, el Tricampeonato y el Apertura de 1999. Luego se fue del Más Grande y volvió a mediados de 2001 y permaneció hasta mediados de 2002 y como no podía ser de otra manera se fue ganando ya que River salió campeón del Clausura de 2002.
Si bien ya pasaron 20 años por aquel entonces resultaba extraño que un director técnico tan querido y con tan buenos resultados deje River pero la verdad se conoció en las últimas horas cuando Omar Labruna, ayudante de campo del Pelado en sus dos primeros ciclos en River, contó detalles de cómo fue la relación con José María Aguilar, quien asumió como presidente en diciembre de 2001 cuando el DT era Ramón.
“A nosotros nos hicieron lo mismo, con Ramón en River, pero nosotros lo agarramos al presidente y le dijimos las cosas en la cara. Le dijimos que sabíamos que se reunió con Pellegrini en un restaurant en Martínez”, afirmó Omar Labruna en TyC Sports mientras se debatía la continuidad de Sebastián Battaglia al frente de Boca.
Además Labruna agregó: “Le dijimos ‘no nos hinches más las pelotas, porque vamos a ganar el campeonato. Vamos a ir a la Bombonera, vamos a ganar. Fue el partido famoso con Rojas. Ganamos, salimos campeones y nos fuimos al día siguiente, pero ‘queremos trabajar en paz y que no nos rompas más las pelotas, después vos sos el presidente y trae a quien quieras’. Así le dijimos en la cara a José María Aguilar”.
¿Por qué Aguilar ya no quería a Ramón y Labruna?
“Ya no nos querían porque no servíamos para un montón de cosas. Nos querían meter jugadores. Hay que estar en los equipos grandes. Entonces, nosotros poníamos la distancia”, concluyó Omar Labruna. Luego llegó Manuel Pellegrini, un director técnico chileno que no tenía relación histórica con River y su paso fue sin pena ni gloria.