River tiene varios ídolos, referentes absolutos que hicieron cada vez más grande al club, pero tiene un prócer, el ídolo de los ídolos y ese es Ángel Labruna, uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos, integrante de La Máquina, goleador como pocos y con un sentido de pertenencia con el Más Grande impresionante. Su recorrido como futbolista fue maravilloso con el Manto Sagrado y si bien pudo haberse quedado con la gloria, incrementó el amor de los hinchas en su etapa como DT en la que obtuvo 6 títulos, entre ellos el más emblemático fue el del Metropolitano del 75.
Omar es hijo de Angelito, jugó en River entre 1976 y 1981, años más tarde se desempeñó como ayudante de campo de Ramón Díaz en sus comienzos, por lo que integró el cuerpo técnico de una de las etapas más gloriosas del club a mediados de la década del 90. El apellido Labruna es sinónimo de gloria en River y la semana que pasó fue sumamente especial para los hinchas de River y también para la familia Labruna. El pasado 28 de septiembre se celebró el Día del Hincha de River –en homenaje al nacimiento de Angelito- y también se presentó la Fundación Ángel Labruna en el Museo River, una gran iniciativa de la familia Labruna, encabezada por Omar que tiene como objetivo sacar a los chicos de la calle e involucrarlos en el deporte.
El pasado domingo el mundo River vivió uno de los mejores días de los últimos tiempos: el público volvió a las tribunas –el Monumental reventó- y fue en el marco de un superclásico en el que el Millonario derrotó con claridad al eterno rival. Pero más allá de todo eso, Marcelo Gallardo decidió homenajear a Ángel Labruna utilizando su clásica corbata tricolor y Omar Labruna le contó en exclusiva a La Página Millonaria qué sintió al ver a Gallardo con ese detalle: “Verlo salir al Muñeco con la corbata de mi viejo fue muy emotivo, en una semana muy especial, en la que se festejó el Día Internacional del Hincha de River y también la presentación en la que fue, es y será la casa de mi viejo en el Museo River, de la Fundación Ángel Labruna, pero más allá de eso verlo al Muñeco con la corbata me dio una emoción muy grande. El agradecimiento hacía él, que se acordó de mi padre y de toda la familia Labruna, es muy grande. Tuvo un gesto enorme con mi viejo y la verdad es que me llegó muy profundo, fue muy lindo. También le quiero agradecer a toda la gente de River”.
Omar contó una anécdota inolvidable de la corbata de Angelito
“Viajando a Santa Fe con todo el plantel, ya llegando prácticamente a la ciudad, en el portaequipajes el Doctor Melito y mi viejo habían dejado el saco y la corbata. Los que iban atrás en el micro, los bravos de esa época, Fillol, Mostaza, el Beto, se pensaron que la corbata era del Doctor Melito y la tiraron por la ventanilla para hacer una joda. Cuando llegamos al hotel, mi viejo preguntó quién tenía su corbata, los jugadores se miraron entre todos, el Pato le dijo lo que ocurrió y la historia terminó que nos subimos nuevamente todos al micro, fuimos hasta la zona donde habían tirado la corbata, todo el plantel caminando por la banquina hasta que se encontró la famosa corbata de Angelito, que tantos títulos había ganado, los de 75, los del 77, los del 79. Por suerte apareció la corbata que hoy tan gentilmente he prestado al Museo River que es el lugar donde debe estar una corbata que a mí me trae miles de recuerdos, como los anteojos y como un montón de cosas de mi viejo que hoy están en el Museo River”, contó entre risas Omar Labruna.