Desafortunadamente el arbitraje argentino no atraviesa su mejor momento, por lo menos en el plano local, ya que tanto en Copa Libertadores como en Eliminatorias y a nivel mundial sí se destaca, es difícil de explicar pero árbitros como Néstor Pitana lejos están de destacarse en un fútbol sumamente complicado como es el argentino pero suele ser considerado tanto para los partidos más importantes de la Conmebol –dirigió la última final de la Libertadores- como también para la FIFA ya que estuvo en los últimos dos Mundiales y en el de Rusia dirigió nada más y nada menos que la final.
Pero a nivel local hace tiempo dejó de ser tenido en cuenta para los partidos más importantes, esos lugares quedaron para jueces como Facundo Tello, Fernando Rapallini o Patricio Loustau. La historia más importante de Néstor Pitana con River comenzó en el famoso superclásico en la Bombonera del Torneo Final 2014 cuando cobró córner una jugada que debió haber sido saque de arco y de ahí vino el gol de Ramiro Funes Mori que estableció el 2 a 1 definitivo.
Los problemas con el Muñeco comenzaron en 2017
La primera discusión entre ambos,que se volverán a ver las caras el próximo sábado cuando River visite a Unión por la primera fecha de la Copa de la Liga,se dio en enero de 2017 cuando el árbitro expulsó a Gallardo y Barros Schelotto antes del inicio del segundo tiempo de un superclásico amistoso en Mar del Plata –que ganó River 2 a 0- y el Muñeco lo cuestionó por la decisión y por no acercarse a darle explicaciones, una actitud soberbia muy habitual en el misionero. El mismo año en el superclásico jugado en noviembre en el Monumental –en el que River cayó 2 a 1- Pitana le dijo pendejo a Montiel y Gallardo explotó y le prohibió que le vuelva a falta el respeto a sus jugadores.
La más reciente fue el 31 de octubre de 2021 cuando River visitó a Estudiantes por la fecha 19 de la Liga Profesional –el partido terminó 1 a 1- y el Muñeco no entendió un fallo y tiró un insulto al aire. Una vez terminado el duelo ante el Pincha dijo sobre el tema: “Contra Pitana no tengo absolutamente nada. A veces me enojo porque a veces ve cosas que solo él ve. Tiene tanto don para manejar los partidos, que lo hace peligroso. Para los dos lados, siempre me pasa lo mismo. No me gusta, pero ¿qué va a ser? Hay que replantearnos todos. Me enoja porque cuando le querés hablar no te mira, te ignora”.