Colombia vive una frágil situación social hace varios días que llegó a poner en duda la disputa del partido que River y Junior de Barranquilla deben jugar esta noche en el Estadio Romelio Martínez. Los micros de ambos equipos llegaron escoltados por las fuerzas de seguridad y sin problemas al lugar para el encuentro que debe arrancar a las 21.00. A pesar que desde calles adyacentes al estadio reportaron disturbios y enfrentamiento de los manifestantes con la policia, el partido se va a jugar.

Poco más de tres horas antes del partido, una importante cantidad de ciudadanos colombianos, en su mayoría estudiantes, se juntaron en la puerta del estadio con banderas y pancartas pidiendo que el partido no se juegue. En primer lugar, las manifestaciones fueron pacíficas pero en los últimos minutos se desencadenó un enfrentamiento entre los civiles y la policia. Las fuerzas de seguridad, según reportan, arrojaron gas pimienta y el humo llegó hasta dentro del estadio, obligando a Marcelo Gallardo y sus colaboradores, que estaban en el césped junto con los jugadores, a volver al vestuario.

A pesar de todo lo ocurrido, hace algunos minutos, Jaime Pumarejo, alcalde de Barranquilla, volvió a ratificar que el partido se va a jugar en el horario estipulado y que los disturbios en las afueras fueron "con 200 personas pero que ya están controlados". Ambos equipos salieron a precalentar al césped y todo indica que se River hará su presentación esta noche.