En el fútbol mandan los resultados. Todos, independientemente del camino elegido, pretenden ganar. El objetivo natural tiene diferentes fórmulas para llegar al éxito, pero hay una sola que ofrece garantías: hacer más goles que el rival de turno.
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Sin embargo, los hinchas de River están muy orgullosos durante estas horas. Pese a los lamentos lógicos por la eliminación en la Copa Superliga, incluyendo el repaso inevitable del tercer gol en Tucumán y la pelota parada en Núñez, existe una enorme ilusión de cara a la Recopa Sudamericana gracias a la espectacular actuación de anoche.
La actuación en el 4-1 ante Atlético Tucumán provocó aplausos de reconocimiento para despedir a los jugadores, acompañados por un “dale, campeón, dale, campeón” y un “soooy de River” que tenía orgullo de por medio. No hubo reproches ni nada por el estilo. El esfuerzo fue muy valorado.
Unos 50.000 hinchas alentaron durante toda la noche. El respaldo fue constante, acorde a las circunstancias. En ese contexto, la vuelta de Milton Casco también generó una ovación (“olé, olé, olé, olé, Casco, Casco”), demostrando que el lateral izquierdo ya no despierta dudas ni críticas.
Esta vez no alcanzó. River perdió la serie por haber sufrido un gol como local, debido a que resultado global culminó 4-4. Sin restarle méritos a un equipo fuerte como Atlético Tucumán, la gente se fue de la cancha sabiendo que el Millonario mereció pasar de ronda. Y, a una semana para la Recopa ante Atlético Paranaense, el entusiasmo permanece intacto.