La historia de River es sumamente rica desde sus inicios hasta los días que corren. Para que eso haya sido así hubo personas que dejaron su huella imborrable. El primer gran ídolo de River fue Ángel Labruna. Integrante de La Máquina, un hombre con una devoción por el club difícil de poner en palabras. Un magnífico jugador y entrenador que partió repentinamente el 19 de septiembre de 1983, pero que está presente en todo momento para recordarle a todo el mundo River los valores que implica amar esos colores.
El mensaje del Beto
Norberto Alonso utilizó su cuenta de Twitter para recordar al gran Ángel Labruna. El Beto compartió una foto de los dos totalmente simbólica en la que el 10 bajaba por el túnel con un Angelito que lo tomaba del hombro. Alonso acompañó la foto con un hermoso mensaje: “Angelito, amigo del alma, hoy se cumplen 40 años de tu partida. Se te extraña, fuiste el mejor de todos nosotros”.
Labruna, el prócer que se convirtió en estatua
Si hay algo que hace bien River históricamente es cuidar de sus ídolos, protegerlos y encargarse que las próximas generaciones sepan quiénes fueron importantes para que la historia del club sea tan grande. Los menores de 45 años nunca vieron a Labruna, pero no existe hincha de River que no sepan qué hizo por el club, tanto en sus gloriosos años como jugador, como también en su faceta de entrenador. Por dedicarle toda su vida al Más Grande, es que Labruna tiene su merecida estatua en la puerta del Monumental.
Labruna en números
-Jugó entre 1939 y 1959 en River
-Convirtió 318 goles en 533 partidos con el Manto Sagrado
-Fue campeón -como jugador- de 9 ligas locales, de cuatro copas nacionales y de tres Copa Aldao
-En su rol de entrenador, consiguió seis títulos en River, entre ellos el memorable Metropolitano de 1975