Andrés Herrera volvió a convertir un gol de manera oficial con la camiseta de River casi dos años después de su último grito. El lateral derecho del Más Grande aprovechó un rebote de Arce tras una buena pared entre Miguel Borja y Nacho Fernández para establecer el 3 a 0 y ponerle un moño a la victoria del Millonario ante Deportivo Riestra.
Más allá de la euforia por volver a convertir, el Yacaré celebró el tanto frente a Deportivo Riestra con una dedicatoria especial: se levantó la camiseta y mostró una remera estampada con la cara de dos seres muy queridos. ¿De quiénes se trata? De su abuelo Hugo y de su abuela Gladys. Ambos fallecieron hace unos años atrás y el marcador de punta millonario no los olvida en cada momento importante de su carrera.
El festejo de Andés Herrera y la historia de sus abuelos
El festejo de gol desaforado de Andrés Herrera no sólo fue un desahogo porque llevabas casi dos temporadas completas sin poder convertir. También hubo un costado emotivo al recordar a sus abuelos que perdieron la vida. Detrás de esta dedicactoria especial, hay una historia que vale la pena ser contada.
Hugo y Gladys fueron dos personas muy importantes en la infancia del Yacaré Herrera, que se crió en el Barrio Unión, en Corrientes. Su abuelo fue futbolista profesional y una persona muy reconocida en el barrio. Lo conocía como Tata y también como Hugo “Gallina”, por su fanatismo por River, algo que le heredó a Andrés Herrera desde muy pequeño. Lo mismo sucede hoy en día con su papá Marcelo, que juega el fútbol ya como veterano.
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Cuando el lateral todavía estaba transitando su etapa formativa en las divisiones inferiores de San Lorenzo, recibió dos golpes durísimos en su vida. A mediados de 2016, su abuela Gladys enfermó de una neumonía y poco tiempo después perdió la vida. Un año y medio después, su abuelo Hugo sufrió un accidente con la moto que manejaba y también falleció.
Estos dos episodios marcaron a fuego a Andrés Herrera, que nunca olvidó las enseñanzas de sus abuelos cuando era muy pequeño. Tampoco el deseo que tenían los dos y que alguna vez le remarcaron: verlo triunfar en el fútbol profesional y que pudieran seguirlo por una pantalla de televisión. Si bien no pudieron vivir toda esta etapa del Yacaré jugando en Primera y con la camiseta del club de sus amores, Gladys y el Tata son los primeros hinchas que lo alientan desde arriba.