River nunca encontró la manera de lastimar a Arsenal en 94 minutos. Al equipo nunca le falta voluntad ni presencia en el campo contrario, pero el trecho entre el desgaste y la creación de oportunidades manifiestas de gol se hacía cada vez más grande con el correr de los minutos, por eso Gallardo mandó a la cancha a Miguel Borja para acoplarlo a Lucas Beltrán. Y el cambio, lejos de aportarle soluciones al equipo, terminó volviéndolo más previsible de lo que ya era en una cancha chica y que no daba lugar al juego colectivo vistoso.

Por cuestiones logísticas, Marcelo Gallardo decidió no hablar en conferencia de prensa en el Estadio Julio Humberto Grondona, pero el que si analizó el partido fue Cristian Chimino, lateral derecho de Arsenal, que explicó por qué los cambios del DT terminaron favoreciendo al juego de su equipo: "Nos sentimos más cómodos cuando pusieron dos puntas porque estamos acostumbrados a jugar 4-4-2. Al tener muchos volantes, rotan en la mitad de cancha y ahí se arma el barullo", dijo luego del empate sin goles.

También se refirió al rendimiento de Pablo Solari, el jugador que mejores intenciones tuvo en River y más desequilibró buscando la apertura del marcador: "Estaba yendo de punta a punta, quería desnivelar. Es un jugador picante, pero hoy no pudo hacer su partido".

"Sentimos que somos un equipo por sobre los nombres, con mucho trabajo. Hoy lo demostramos contra un gran rival, que venía de hacer cuatro goles, que lastima a muchos equipos y a nosotros, prácticamente, no nos generó situaciones de gol", concluyó respecto a la valoración de este resultado, que le permite a Arsenal sumar para escaparel al descenso y dejó a River a siete puntos de Atlético Tucumán.